Sobre las mentiras de Adif
La empresa pública se presenta como que: «Adif ejerce un papel principal como dinamizador del sector ferroviario, haciendo del ferrocarril el medio de transporte por excelencia y facilitando el acceso a la infraestructura en condiciones de igualdad». Dentro de sus diez compromisos, publicados en su página web, resaltamos varios:
1. «El bienestar de las personas apostando por un desarrollo socio-económico inclusivo y sostenible del país».
2. «Un servicio seguro, que garantice la cohesión social favoreciendo la conectividad y la movilidad, fiable y de calidad».
3. «Una gestión íntegra y transparente que sea responsable y eficiente con los recursos naturales y económicos».
Todo lo anterior es mentira, sí, mentira. El soterramiento de San Andrés del Rabanedo solo es la punta del iceberg, podemos sumar la Plataforma de Torneros, la desviación del eje del tráfico de mercancías con Galicia, etc. Si nos centramos en San Andrés del Rabanedo vemos que ahora lo único importante es que el AVE llegue en mayo al Principado. Cueste lo que cueste, la Variante de Pajares lleva gastados 3.845 millones de euros para 49 kilómetros y 13 túneles. El soterramiento de San Andrés estaba cifrado en 35 millones de euros en el año 2014. Y si tomamos las cifras publicadas por Adif este mismo año serían 155 millones de euros, no ofreciendo ningún tipo de estudio que avale esta cantidad. Si la tomáramos por cierta, la misma empresa invierte la friolera de 455 millones en el soterramiento de Moncada. Por lo tanto, queda claro que dependiendo de donde se viva, o su importancia en el tablero político es más o menos rentable la inversión pública.
La cohesión social defendida por Adif en el punto dos, se convierte en nuestro municipio en barreras infranqueables, que dividirán al pueblo de Trobajo del Camino. Impidiendo la cohesión social, la conectividad y la movilidad de la población en general, de nuestros mayores en particular. Además de los usuarios del Centro de Referencia estatal de Discapacidad y Dependencia que está situado en las cercanías. Por todo lo expuesto podemos afirmar que Adif carece de todo tipo de sensibilidad, ya sea urbana o a nivel de las personas.
El punto tres como ya hemos visto, depende del territorio donde se realice la inversión, para que esta sea más o menos rentable, siempre desde un punto de vista político. Poco importa que la obra se realice en el entorno del Camino de Santiago, por ejemplo. Incurriendo en una falta total de trasparencia al saltarse las reglas del juego establecidas desde dicho ente, ya que unas de las obras efectuadas, se han llevado a cabo en el tramo del Camino de Santiago, protegido como conjunto histórico. (BOE núm. 36, de 11 febrero 2000).
Desde la Plataforma por el Soterramiento de San Andrés, hacemos un llamamiento a las instituciones públicas, partidos Políticos y sociedad en general a unirnos en un intento de parar todo lo anterior, de demostrar que los leoneses y leonesas sabemos luchar por una tierra que parece ser, solo cuenta en periodo electoral.