Diario de León

No es la inflación... es la deuda

Publicado por

Creado:

Actualizado:

Las predicadores del evangelio de la Teoría Monetaria Moderna, a sueldo de la Santa FED, el Vaticano seglar del Nuevo Orden Mundial, no han dejado de pregonar a través de los distintos púlpitos mediáticos, la última encíclica del Sumo Pontífice, su Santidad Jerome I.  

«Vamos a luchar con firmeza contra la inflación para proteger a los ciudadanos contra la carestía de la vida». Y se han atrevido a apostillar que lo harán  sin temblarle el pulso aunque para ello provoquen un cierto dolor en la economía.  Todo ello es falso,  una falsedad grande como el Océano Atlántico, más falso que una moneda de madera.    

Porque lo que pretende la FED (Reserva Federal) al subir los tipos de interés de esta manera tan acelerada, del 0,0 a principios de 2022 hasta casi el 5,0 al final del año, no es contener la inflación, sino evitar el colapso del Mercado de Deuda del Gobierno de los EE UU.

La inflación no le preocupa a los gobernantes de EE UU, ni a los de  ningún otro gobierno, por mucho que se empeñen en proclamarlo. 

Al contrario, les favorece, al aumentar la cuantía del PIB, (Producto Interior Bruto) y por tanto mejorar su ratio con respecto a la deuda del Estado, relación que sirve a las agencias de calificación para valorar la calidad de un Estado con respecto a sus emisiones de deuda en el mercado de bonos. Lo que  les permite seguir consiguiendo dinero prestado fácilmente para financiar sus proyectos de gobierno solo pensados para perpetuarse en el sillón de mando.

Es decir, en los últimos 24  meses se han evaporado en el mercado de deuda la espantosa cifra de 12 billones de dólares

Lo que preocupa de verdad a la Curia Cardenalicia  de la Santa FED, presidido por el corrupto Sumo Pontífice Jerome Powell, acusado de especular con acciones con la información que le proporciona su cargo. ¡Cuesta creer hasta dónde ha llegado a corromperse el Tinglao, incluso en el país más transparente del Planeta! es algo bien distinto. 

Conseguir que los inversores del mundo sigan comprando la deuda del estado de las barras y las estrellas que como sabemos es de 1,9 veces el PIB, la más alta de Occidente.

Y es que la situación del mercado de bonos fue tan dramática este año 22 que ha llevado al precio de los Treasury a bajar un promedio del 25 por 100, desde los 180 de finales del 21 a los 120 de noviembre del 22. 

Con la excepción de los inferiores a un año que la contrario se han revalorizado como nunca por la inversión de tipos entre cortos y largos. Todo lo cual  ha situado sus precios al nivel de hace 20 años. Es decir, en los últimos 24 meses se han evaporado en el mercado de deuda la espantosa cifra de 12 billones de dólares, desde los 38 a los 24 que vale actualmente; y ha borrado las ganancias acumuladas de los últimos 20 años,

Esta pérdida la han sufrido: la mitad, los inversores locales, fondos, gestoras, pensiones seguros particulares; un 25 por ciento la propia FED a través de sus programas de compras de Bonos Quantitative Easing, y el otro 25 los inversores internacionales: China, con un 5%, Japón 5%, etc.. Mi hipótesis es que ha sido el conflicto provocado por la política de Trump, en primera instancia, y de Biden, después la que ha llevado a esta situación. El Gobierno de PeKín, tenedor de 1 billón de dólares en bonos, ha comenzado a venderlos a partir de finales de 2021 hasta una máximo de 20% a finales del 22. Este movimiento ha debido ser interpretado con alarma por los barandas de Washington y es el que ha impulsado la política de subir los tipos, no la de combatir la inflación, a partir de esa fecha. Con ello se busca aumentar la rentabilidad de la Deuda de los EE UU y por tanto se la hace más apetecible, y garantiza el suministro de fondos al gobierno. 

tracking