El protagonismo de Zapatero
Les voy a contar una historia. En el fondo, necesitan el foco. No lo tenían. Después lo tuvieron y, desde entonces, no pueden vivir sin él. Necesitan ser protagonistas desde que se levantan. Y cuando tienen un micrófono cerca de la boca, entonces es el acabose.
Viene esto a cuento porque escuché hace unos días la entrevista que hizo Carlos Herrera al expresidente Zapatero en la cadena Cope. Se erigió Zapatero, él solito, en una máquina de respuestas que no había quien le parase. Era una metralleta. Y, el que se atrevía a intentar que frenase en su frenesí de respuestas, el expresidente se lo comía con patatas.
Dijo Zapatero que él y su Gobierno fueron los que derrotaron a ETA y ahí terminaron los secuestros y asesinatos de la banda terrorista. Naturalmente el expresidente hacía mucho énfasis en que era él, claro que, con el Gobierno, el responsable de haber aniquilado a ETA. Rosell, exdirector de El Mundo y Naranjo, colaborador de Herrera, que asistían a la entrevista tuvieron sendas contestaciones, negándole su único protagonismo en el fin de ETA. Y eso enfureció más a la fiera.
Se estableció un rifirrafe defendiendo cada parte lo que, para ella, era la verdad. Subió bastante el tono de la discusión y al final cada cual se quedó con su argumento. Una conclusión se desprendía del encendido debate. Zapatero quiere e incluso promueve su protagonismo en el episodio comentado. Y en muchos otros. Deben ser los genes. Desde que abandonó la presidencia del Gobierno, ya hace tiempo, necesita, ignoro la razón, estar siempre en portada. Ahora, en España, con motivo de las próximas elecciones generales. Pero también en Sudamérica, donde tan aficionado es a hacer visitas para aconsejar, como poco, a líderes políticos de allí.
La política, como dijo alguien que sabía de esto, sigue haciendo extraños compañeros de cama. ¿Por qué en esta precampaña que estamos viviendo, el Sr. Zapatero está en plan asesor de Sánchez, cuando el propio Zapatero renegaba y huía de todo contacto con Sánchez? Claro es que las cosas cambian… Son las cosas de la política. Son y serán mientras no aparezca alguien que corte de raíz cualquier desviación del correcto argumentario político.
Veremos mucho aún, antes de acudir a las urnas el 23-J, pero hay que aceptar que en el PSOE se llama al protagonismo. Y comprobamos que el expresidente ha comenzado a poner los cimientos de ese protagonismo que, con seguridad, será seguido por los ministros y barones excepto Lage y Lambán.
Otro nombre que busca protagonismo, aunque en este caso no es militante del PSOE es Nadie Calviño. Llama la atención la adjudicación que se hace así misma de los éxitos económicos que ha conseguido el Gobierno, ahora en funciones. Pareciera que nadie hay en España que sea capaz de entender y gestionar nuestra economía.
O sea, parece claro que el protagonismo en hombres y mujeres del PSOE será consigna durante la campaña que se avecina. Hay que esperar al 24-j que se conozcan los resultados, que pongan a cada uno en su sitio y pueda comenzar una nueva y mejor etapa política. En el fondo eso es lo que quiere la gente. Eso y que la cesta de la compra y la vivienda no estén por las nubes. No nos engañemos.
Aunque, con este gobierno, no engañar es pedir demasiado.
La verdad que ya apuntaba Zapatero su querencia al protagonismo cuando no se levantó al paso de la Bandera Americana en un desfile de hace un tiempo.