Aunque nos pese, así estamos
Déjenme que les cuente una historia. Es una auténtica pena. Una enorme mayoría de ciudadanos de más de 30 años no es capaz de encontrar una respuesta coherente y sensata del porqué de la situación actual de nuestro país. ¿Qué mecanismo mueve a esos inconformistas que jamás ponen a España como concepto preferencial para que la vida de los españoles vaya por un camino lógico y no se entre en shock con tanta frecuencia siguiendo los acontecimientos que día a día van conformando la vida?
La realidad dice que España tiene dos grandes partidos que reúnen al 70% aproximadamente de los votos de los españoles. Además, conocemos una cantidad grande de muy pequeños partidos que, como los pececillos que transportan encima los tiburones, están a la sombra y a la orden de lo que suele pedir uno de los grandes para derrotar a otro grande. ¡Vaya ejemplo de democracia!
¿Consecuencia de esta circunstancia? Las decisiones de los pequeños unidos a un grande, siempre vencen al otro grande. ¿Tan difícil es entender que esta situación es absolutamente ilógica? O es que, más bien, esta situación se promueve por uno de los grandes para estar siempre en el machito y además siempre jodiendo a una gran mayoría de españoles (35% aprox. de votantes). Vamos a llamar a las cosas por su nombre que después vienen los desengaños. El Partido Socialista, artista de las mentiras en boca de su presidente es el que embauca a los pececillos para conseguir sus votos, no sin antes comprometerse a pagar unas facturas astronómicas para
No abandonar el poder. Todo se resume en eso. Si pagas, lo tienes, si no pagas vamos a elecciones.
No es fácil la época que nos ha tocado vivir, pero no podemos ni debemos volver la cara. No hay que tirar la toalla. Todo lo contrario.
España es un país grande con enormes virtudes y cualidades pero que, permítanme la sinceridad, está habitada por españoles y eso, paradójicamente tiene más de defecto que de virtud. Nuestra Historia nos lo demuestra a poco que estemos atentos. Somos paradójicos en mucho y en la época que estamos viviendo eso nos afecta enormemente. Quiero, con este artículo, aportar mi grano de arena para que, cada vez, haya más gente que conozca más y más de lo que le ocurre a nuestro país, a España.
¿Cuántas veces se ha dicho que España no es solo Madrid, Barcelona, Valencia o Sevilla, o Bilbao etc. es decir, las grandes ciudades? Muchísimas y es cierto. Existen miles de pueblos, cientos de villas, etc. que acogen a gentes españolas. Tan españolas como si vivieran en Madrid o Barcelona. Y esos, en determinadas ocasiones, cada vez más, no entienden a los políticos. Piensan ellos, con razón, que las normas, los protocolos, las leyes deben ser para todos igual. Y eso, desgraciadamente, ahora, no es así.
¿Piensa usted que los habitantes de pueblos de montaña, de pueblos de la costa, de pueblos en páramos, entienden a Marlaska, a Montero a Bolaños o a la de la peluquería? Pues no, no los entienden. Pero no dicen nada, no protestan, ahora cada vez menos, porque no se les escucha, no se les atiende.
¿Cómo está la lista de espera de la sanidad pública, eso sí lo entienden? ¿cuánto les cuesta una botella de aceite de oliva?, eso lo entienden divinamente.
Y, también entienden las mentiras y trampas que transmite el presidente mentiroso del Gobierno, aunque se esconda y no de la cara, eso también lo entienden, como en el debate de investidura del Sr. Núñez Feijóo.
¿Rehuyó Núñez Feijóo al maleducado y hortera Puente? Ni un segundo. Sánchez sí rehuyó a Núñez Feijóo.
Lo digo, después de haberlo pensado mucho; aunque nos pese, así estamos.