Con un papel de fumar
Con el permiso de ustedes, les cuento una historia para pensar.
La verdad, solemos ser, por lo general, simpáticos los españoles cuando vivimos una situación a la que podemos llamar delicada y cuando la salida de ella, de la situación, se hace complicada, entonces recurrimos al humor. No nos va mal. Pero no es serio, ja, ja,ja.
Habrán leído, escuchado o visto, hace unas jornadas las declaraciones del que fue magnífico futbolista Alfonso Pérez, cuyo campo de futbol, en Getafe, llevaba su nombre: Coliseo Alfonso Pérez.
Pues ha declarado en una reciente entrevista que las chicas futbolistas tienen un mérito enorme por hacer lo que hacen, pero querer, según ellas, tener una remuneración equiparable a los futbolistas masculinos, es algo fuera totalmente de lugar. Y, entonces, se ha liado la mundial.
Siempre nos ocurre lo mismo. Estamos calladitos porque estamos acojonaditos y todo transcurre con normalidad. Se nos ocurre dar una opinión sobre algo de interés y zas, se organiza la de San Quintín como en el caso que les estoy comentando.
Alfonso Pérez tiene toda la razón. ¿Cómo van a cobrar, siquiera parecido, por jugar al fútbol unas jugadoras que aún están en el camino, que unos futbolistas hombres, que llevan años y años demostrando y, sobre todo, produciendo para sus empresas, sus clubes? ¿Tan difícil es entender esto?
¿Qué necesidad teníamos ahora de poner encima de la mesa, la comparación de los ingresos de las futbolistas mujeres con los futbolistas hombres?
Nos la cogemos con un papel de fumar. Parece que lo llevamos dentro. Hay que protestar cuando no tenemos ni ‘p.i.’ de cómo son las cosas.
Sucede que Getafe tiene una alcaldesa socialista y esta mujer ha visto una oportunidad de hacer ruido y ya veremos qué pasa. De momento el nombre de Alfonso Pérez ha desaparecido del Coliseo donde se jugaba al fútbol en Getafe. Y la alcaldesa se ha quedado tan ancha.
Ahora, habrá que esperar a ver si se dan cuenta del error cometido y alguien con sentido común, lo rectifica. Es una pena que siempre perdemos el tiempo con asuntos que, de verdad, no van a ningún sitio, pero distraen de los auténticos problemas de España que nadie atiende.
Ahora que se está hablando continuamente de la Constitución, ¿por qué no nos empeñamos en que ésta se cumpla y todos los edificios institucionales de España, incluida Cataluña estén abanderados por la española? ¡Ah!, que no interesa.
El presidente mentiroso que tenemos se queja siempre de que el PP no hace caso a la Constitución, precisamente porque no colabora, el PP, para el nombramiento del CGPJ. ¡Qué listo el presidente! Eso le interesa para tener controlado, también, el Poder Judicial. Lo de las banderas y la elección del idioma para estudiar los niños en Cataluña, eso no. Eso para más adelante.
Es una auténtica vergüenza para todos menos para él, el mentiroso, y para sus palmeros.
En esta ocasión han sido las declaraciones de Alfonso Pérez, pero, dentro de unos días será cualquier cosa nimia que aprovechen de nuevo para utilizar el papel de fumar. Estamos ridículamente condenados a vivir episodios que, en cualquier otro país serían tomados como bromas pero que nosotros somos como somos.
Hay que recordar que aquí, en España, hasta las vicepresidentas recomiendan cohetes y así, queridos amigos, no vamos a ningún sitio.
¿Dónde va a ir la cohorte que sigue al mentiroso si no se produjese la investidura de Sánchez? Se ponen de los nervios solo de pensarlo.
Pero es la situación que tenemos. Hay que enfrentarse a ella y vencerla. Se puede.