Diario de León
Publicado por
Julia Navarro
León

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Aznar lo tiene claro, la oposición también. Por más que ha intentando CiU, incluso Coalición Canaria, encontrar algún punto de acuerdo con el Gobierno no ha sido posible: Aznar apuesta sin dudar por atacar Irak, y de ahí no le mueve nadie. Así las cosas, desde hace semanas, en el Congreso el debate político lo protagoniza la guerra. No es que sus señorías no se dediquen a otros quehaceres parlamentarios, como debatir en comisión la PAC, o el proyecto de ley sobre la viña y el vino es que la posibilidad de que haya guerra ensombrece todo lo demás. El presidente es inmune a cualquier argumento que no sea favorable a la confrontación bélica con Irak de manera que las sesiones parlamentarias, que semana tras semana se vienen sucediendo en el Congreso, se han convertido en un diálogo de sordos entre Aznar y la oposición. Por cierto que en filas del PP ha causado risa esa "fitrada" pretensión de Rodríguez Zapatero de pedir la convocatoria de elecciones generales anticipadas si Aznar mete a España en guerra, sobre todo si lo hace sin el paraguas de Naciones Unidas. Los dirigentes populares comentan que la pretensión de Zapatero es un brindis al sol, que convocar elecciones es facultad del presidente de Gobierno y añaden que a lo mejor lo que sucede es que el líder socialista no se atreve a presentar una moción de censura porque eso implicaría presentar un programa de gobierno del que, aseguran, carece. La verdad es que eso de pedir elecciones anticipadas no pasa de ser un gesto que no conduce a ninguna parte más que a ocupar titulares periodísticos como mucho un día, a no ser que desde el PSOE, emulando al PP de la oposición, empiece a decir aquello de «váyase señor... Aznar». El caso es que la oposición, sobre todo el principal partido de la oposición que es el PSOE, tampoco puede quedarse de brazos cruzados, sólo protestando, si el presidente Aznar embarca a nuestro país en una guerra sin una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y sin pedir permiso al Parlamento español. Los populares no dicen está boca es mía, guardan sus cartas y aseguran que según se sucedan los acontecimientos así irá decidiendo Aznar. Por cierto ¿recuerdan que un día Ana Botella dijo que su marido seguro que no repetía como candidato a presidente, salvo causa mayor como una guerra? bueno pues se escucha un «run run» entre algunos populares que dicen que si hay guerra y se complica lo mismo Aznar se queda, es decir repite como candidato a presidente. Claro que a lo mejor no pasa de ser una especulación, pero ahí está. Eso sí, mientras las batallas diplomáticas continúen librándose entre los grandes, aquí en nuestro país el fragor del enfrentamiento estará cifrado a las comparecencias de Aznar y las sesiones de control de los miércoles, en las que Aznar no desgrana un solo argumento nuevo excepto el de que ha tomado una decisión: alinearse con la política belicista de Bush. Ni más ni menos, por ahora. claro está.

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