Diario de León

EL RINCÓN

Una carrera muy corta

Publicado por
MANUEL ALCÁNTARA
León

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PARA CUALQUIER político, tener una trayectoria efímera representa una desgracia tan grande como la que supone para los ciudadanos que se prolongue durante mucho tiempo. El desgaste que produce el ejercicio de poder, que como se sabe es algo menor que el que origina estar en la oposición, y la célebre soledad del mando, erosionan los espíritus más decididos. Además, con la continuidad en el cargo, se agotan las ideas. Incluso las que no se tuvieron nunca. De ahí la necesidad de los relevos. No será el caso de Adolfo Suárez Illana, cuyo paso por la política activa se ha reducido a un hola y adiós. Tras su fracaso en Castilla-La Mancha, ha optado por dimitir, lo que demuestra un talante muy poco castellano y muy poco manchego. «Podrán los encantadores quitarme la ventura», prevé don Quijote, pero el esfuerzo y el ánimo no, porque eso «es imposible». La verdad es que el político hereditario sólo era conocido por las mediocres verónicas que le asestó a un becerro. Su bagaje era escaso para triunfar, pero también para desistir. Todo político que se precie, tanto como un buen puncheur tiene que ser un buen encajador. Puede perder por KO. O por inferioridad, pero no por abandono. Ha justificado su retirada por las «importantes diferencias con la dirección nacional», pero un político de raza es precisamente el que sabe transformar las importantes diferencias en diferencias sin menos importancia. También ha dicho que «cuando se fracasa se dimite». Pues no. Cuando se fracasa se aprende del fracaso y se apresta uno a triunfar. Sobre todo cuando se tienen 39 años, que es una edad muy tardía para un novillero, pero muy juvenil para un político. El fichaje estrella del PP ha brillado sólo unos días. Si era una apuesta de Aznar, el presidente no debe ir más al hipódromo. Suárez Illana no ha recogido su acta de diputado y ha vuelto a ser lo que jamás había sido: militante de base. Su deseo era entrar por la puerta grande, pero en política todo son túneles y pasadizos. Con muchas ratas.

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