Tomaduras de pelo

LO DE LA mala o deficiente señalización es un mal endémico en nuestra ciudad y provincia. Más de una vez he escrito que el tráfico de aquí es para iniciados, porque en caso contrario quien busque algo puede volverse loco si espera encontrar una señal que se lo indique. No me refiero ya a las placas de las calles, algunas viejísimas o inexistentes (debería haber una en cada esquina, porque se supone que quien necesita saber el nombre de una calle lo mira al llegar al primer cruce y si no comienza allí la calle está arreglado) que podrían remozarse las que lo necesiten, sino a la propia señalización horizontal de las calzadas, que brilla por su ausencia y los de aquí, acostumbrados, nos colocamos como nos da la gana y campamos a nuestras anchas (cuando viene alguien de fuera no es raro escucharle comentar lo mal que se conduce en León), y así el perdido visitante, no sólo se vuelve tarumba para encontrar la dirección precisa, sino que tiene que soportar pitidos, gritos e imprecaciones. Y son esas mismas personas que nos visitan las que pueden sufrir un accidente viniendo por la carretera de Benavente y encontrándose dos rotondas una sin señalizar y otra con escasa señalización, por supuesto sin luz y sin nada que de noche alerte de que la carretera que se prevé recta (por los coches que van a lo lejos) no es tal. Siguiendo con las deficiencias, en Toral de los Guzmanes puede verse un cartel que anuncia el Camping Ciudad de León, que puede hacer perder mucho tiempo y el buen humor a nuestros visitantes, si se empeñan en encontrarlo. Sólo hace casi una década que no existe, pero ahí sigue el cartel a modo de inocentada para incautos. Olvídense de que conocen el lugar y pónganse en la piel de quienes nos visitan ¿Les gustarían semejantes tomaduras de pelo en sus próximos desplazamientos vacacionales? Pues por eso mismo esto hay que arreglarlo. Cuanto antes.