Consenso en Caja España

DESDE hace días, los periódicos publicitaban la Asamblea General constituyente de Caja España de Inversiones, Caja de Ahorros y Monte de Piedad. Será el próximo fin de semana, día 29, ya con el otoño en plena vigencia. Muchas hojas se habrán caído para entonces cansadas de decirle adiós a los vientos. La convocatoria consta de cinco puntos: toma de posesión de los nuevos consejeros generales, resultado del pasado proceso electoral, elecciones de los vocales del Consejo de Administración y de los miembros de la Comisión de Control en representación de las Cortes y de las corporaciones municipales, y chequeo al presupuesto de la Obra Social y su desarrollo en lo que va de año. El rumor estaba en todos los corrillos financieros. Y se ha cortado de cuajo. No hace falta esperar una semana para clarificar las sombras. Los tres partidos con representación en la Asamblea General de Caja España -PP, PSOE y UPL- han llegado a un acuerdo para renovar los órganos de gobierno. Será por consenso. Un consenso absoluto que ha sido posible por el sentido de responsabilidad del presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera; del líder regional de la oposición, Ángel Villalba, y de la voz leonesista de José Mª Rodríguez de Francisco. Un consenso sin grietas. Han dejado al margen los personalismos. El acuerdo es de tal naturaleza que ninguno tendrá la mayoría. Nadie. Valga esta síntesis o ejemplo: la Comisión Ejecutiva, órgano restringido para cortar el bacalao, tendrá dos miembros populares, dos socialistas y uno leonesista. Del quinteto cabe destacar: Juan Manuel Nieto Nafría seguirá de presidente de Caja España y la vicepresidencia la ejercerá el socialista José Francisco Martín. El consenso, sin duda, es una buena noticia para León. Significa que la Junta abandona la pretensión de la Consejería de Economía de fusionar, por las buenas o las bravas, a Caja España y a Caja Duero, y establecer la sede en Pucela, lo que mantenía con las fauces abiertas incluso a los leones de piedra que decoran el puente entre Guzmán y la Estación. Más aún: celebro la buena noticia con otro argumento contundente. Si tienen claro el futuro de Caja España, los órganos de gobierno podrán dedicarse a mejorar la gestión ordinaria de la entidad financiera, que buena falta le hace, todo dicho sea dicho de paso. ¿Cuántas hipotecas ha dejado escapar Caja España en el primer semestre del año?. La cifra asusta. Es también una buena noticia para los ciudadanos de León y de las provincias implicadas en la nacencia de Caja España. Sus ejecutivos tendrán que hacer algo que se les ha olvidado en los últimos años: explicar con transparencia cómo se gasta en la Obra Social y Cultural los beneficios de la primera entidad financiera. En los últimos años no se han rendido cuentas. Lo que debería ser gran preocupación, no ha pasado el listón de lo opaco.