Clandestinidad peligrosa

EN la Comunidad de Madrid residen más de 130.000 musulmanes pero en el padrón sólo están inscritos 64.293 residentes procedentes de África y Asia y, de ellos, sólo 23.300 son marroquíes. Estos datos, que proceden de las propias asociaciones de inmigrantes, revelan lo que no es ningún secreto: la gran bolsa de inmigración ilegal y, por ende, la clandestinidad en la que se mueven todas estas personas. Basta recordar estos datos para comprender las dificultades que deben superar los agentes policiales a la hora de intentar esclarecer las responsabilidades de la matanza del 11 de marzo. Y es fácil también entender la inquietud de tantos marroquíes honrados que, de forma injusta, pueden estar siendo mirados de soslayo. El Gobierno que viene debería sacar lecciones de esta realidad.