Política agraria

LA PRENSA informa de que los sectores olivarero y del algodón han salido grandemente perjudicados en la negociación de las OCM, pero la naturaleza de los perjuicios es sencillamente inextricable: tiene que ver con la desvinculación de tales sectores, es decir, con el hecho de que deje de existir relación entre las ayudas que se prestan y la producción que se subvenciona. Los expertos nos ilustran sobre la pretensión comunitaria de que, para evitar excedentes agrícolas, deje de subsidiarse la producción y las ayudas se destinen a desarrollo rural, vaporoso concepto destinado a mejorar las condiciones de vida de los agricultores. ¿De qué agricultores?, cabría preguntar, si es evidente que no se quiere que se continúe cultivando productos que tienen después difícil salida a los mercados.