Diario de León

CRÓNICAS BERCIANAS

Que se vayan todos

Publicado por
GEORGINO FERNÁNDEZ
León

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QUE se vayan todos es el título de una canción de un divertido, singular e irreverente grupo argentino llamado La Mosca. Es una banda grande, de una decena demúsicos, que descubrí hace algún tiempo por casualidad -como pasa siempre con las cosas buenas- y que me gustó enseguida. Hacen pop, con mezcla de ska, en ocasiones suenan a latin quilombo y a veces sus letras son amargas, poéticas y reales como el tango de su país de origen. Que se vayan todos puede responder a estas características y seguro que la inspiró la caótica situación que vive Argentina desde hace unos años, especialmente por culpa de una clase política penosa en muchas ocasiones. La letra de la canción me vino a la memoria machaconamente esta semana pasada viendo esa especie de circo en que se ha convertido el Ayuntamiento de Torre del Bierzo. «¿Que pasó? ¿dónde fue la risa?, ¿qué pasó?, quién se la llevó? Malos presagios, nuestra fatalidad. Falsas promesas, que no aguanto más. Se siente olor a mierda, donde quiera que busques, que se vayan todos, que se vayan ya». No me digan que no es para convertirla en el himno oficial de todos los que estamos hartos del chau, chau, diario. A lo que iba. Si yo fuese vecino de Torre del Bierzo seguramente que en estos momentos también estaría pensando que se vayan todos de una ... vez. No se puede convertir la política municipal en una actividad rastrera ni el Ayuntamiento en la casa de tócame el roque. Y esto último debería tenerlo especialmente en cuenta la que fue alcaldesa hasta el pasado viernes, María José Estrada. Creo sinceramente que un pleno no se debe de convertir en una especie de plató de Crónicas Marcianas y que quien sea alcalde o alcaldesa debe hacer que los plenos se respeten porque son la esencia del funcionamiento democrático del Ayuntamiento. Menos frases hechas aprendidas el día anterior en un libro de citas famosas y más sentido de la responsabilidad. Por eso los insultos, abucheos, pataleos, regalos de ramos de ortigas y toda la parafernalia sobrabran. Si el salón de plenos termina pareciéndose a la plaza de Abastos en día de mercado, quien tenga el mando municipal debe poner orden y desalojar a quien sobrepase ciertos límites, insulte o tenga un comportamiento provocativo. Da igual que sean amigos a adversarios. Pero claro, si atizamos las tensiones y animamos a ir a los plenos a organizar bullanga y a aplaudir o abuchear dependiendo de quien hable, se acaba consiguiendo exactamente eso. Un alcalde debe hacer respetar un ayuntamiento, que es de todos. De lo contrario que organice tertulias en el salón de su casa o en el jardín con barbacoa incluida. Desde cualquier punto de vista resulta penoso ver un ayuntamiento así. Ahora, con el pacto entre PPy UPL que quitó la Alcaldía a Estrada se abre una nueva etapa en Torre del Bierzo pero, sinceramente, yo no soy muy optimista respecto a que las cosas cambien con todos esos odios africanos y rencillas de años. Que se vayan todos.

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