¿Remolacha Internacional?

DESPUÉS de un año sabático, por motivos personales, desde estas páginas donde siempre se han acogido mis opiniones íntegramente, sin ninguna observación a su contenido, vuelvo para hacer algunas acotaciones de todo lo que veo y leo y que de una u otra forma afecta a la vida pública en general y al campo en particular. Cuando en 1957 se firmó el Tratado de Roma, suscrito por media docena de países, lo bautizaron como Mercado Común (M.C.E.). posteriormente lo rebautizaron como Comunidad Económica Europea (C.E.E.), y finalmente, ha quedado como Comunidad Europea (C.E.). España debido a su sistema de gobierno, entró en Europa con más de 25 años de retraso, sin ser ésta ni la mejor ni la peor alternativa, sino la única. Puestas en una balanza las ayudas recibidas y las exigencias impuestas en principio, las primeras superaron con creces a las segundas; siendo los sectores primarios los más afectados en todos los sentidos, léase, agricultura, minería, industria naval, etc. Pero parece ser que a partir de este año, vamos a devolver con seguridad todo lo recibido y mal aplicado; ya que ha sido percibido en buena parte por jubilados y ahora será devuelto por los que están en activo. Quienes no se dieran cuenta de que esto iba a suceder - principalmente los políticos - ó son miopes ó tienen poco que perder en los sectores mencionados. Al día de la fecha, después de las distintas remodelaciones, la C.E., la constituyen 25 países con unos 400 millones de ciudadanos. En la metamorfosis sufrida a lo largo de más de 40 años, mientras fue M.C.E., ó C.E.E., fue la Europa de los intercambios comerciales, donde los mercaderes operaban a sus anchas y como es lógico en el capitalismo, el pez grande se comía al chico. Cuando han pretendido avanzar, dándole un contenido social y político, se ha visto que es como mezclar el agua con el aceite. Prueba evidente, es, que cada país anda por libre, acatando solo las disposiciones de Bruselas en materia económica, con arreglo a las directivas que se aprueban. Previamente, hay propuestas como la reforma de la O.C.M., del azúcar, a propuesta del ex-comisario de Agricultura Franz Fischler. Este siniestro personaje, nombrado expresamente para terminar con el sector del azúcar, no solo sigue al pie de la letra las instrucciones de Francia y Alemania, sino que las corrige y las aumenta. (En alguna publicación del sector se ha llegado a insinuar algunos trapicheos entre Fischler y los tres países denunciantes). Dicho en cristiano y para que el agricultor lo entienda, la propuesta es que se rebaje el precio de la remolacha azucarera, paulatinamente de la siguiente manera: Campaña 2005/06= 32.8 euros / Tm. = 5.457 pesetas / Tm. Campaña 2006/07 = igual que la anterior, y Campaña 2007/08 = 27.4 euros / Tm. = 4.559 pesetas / Tm. Dichas las intenciones que pretenden llevar a cabo, si lo consiguen, la remolacha azucarera la van a sembrar las madres de los promotores de la propuesta. Y ahora entra en juego lo que se oye. Mientras el Presidente Zapatero afirmó que lo tomaba como un asunto de Estado, el Comisario para Asuntos Económicos de la U.E. Joaquín Almunia, compañero de partido afirmaba que la propuesta que terminan de leer es asumible. El secretario general del Ministerio, Fernando Moraleda, decía en Benavente lo mismo; si bien había que luchar para evitar el trasvase de cuota....(?). Nadie puede saber para que queremos cuota con la remolacha a 4.559 pesetas tonelada. Que quede claro que ninguno de éstos tres expertos viven de la remolacha. La reforma de la O.C.M. del azúcar se producen a raíz de una denuncia de Brasil, Tailandia y Australia ante la Organización Mundial de Comercio, por lo que interpretan competencia desleal; ésta falla y obliga a liberalizar el sector. Y ahora anote el amable lector unos datos. La cuota de España es de 1 millón de toneladas de azúcar, e importamos otras 250.000 Tm. A primera vista tenemos un consumo per/cápita de 32 kilos por habitante y año. Pues no, apenas el 30% de estas cifras se destina al consumo doméstico, el otro 70% se dedica al Tráfico de Perfeccionamiento Activo (T.P.A.) -el funcionario que bautizó la criatura ya tenía ganas de enredar-. El T.P.A. es simplemente el azúcar que se dedica a la industria. Todas las bebidas refrescantes que llevan azúcar, además de la industria confitera, bollería, etcétera. Y ahora hay preguntas que nadie contesta: ¿Alguien cree que rebajando el precio de la remolacha a la mitad le va a repercutir, en la misma medida al azúcar, que consume el ama de casa? ¿Alguien cree que van a bajar proporcionalmente la Coca-Cola, refrescos, dulces, y demás productos que se consumen? ¿Nadie se pregunta por qué la disposición de la O.C.M. afecta sólo a Europa y los E.E.U.U. se auto excluyen; quedando como siempre libres, para otorgar subvenciones a sus agricultores, fijar aranceles cuando les interesa y primar las exportaciones cuando les conviene? ¿Tampoco los expertos que mencioné y otros se preguntan, por que cuatro países; Francia, Alemania, Bélgica e Inglaterra, quedan con muchas mas ventajas que todos los demás hasta el extremo que los verdaderos expertos ya hablan de países de 1ª y 2ª división?; (en 2ª división como no podía ser de otra manera, queda España). Los ciudadanos de buena fe, siempre creímos que la Comunidad Europea, se conformaba buscando dos cosas. Que nunca se repitiera una atrocidad como la de los años 40. y lograr un contrapeso a los abusos comerciales y políticos de los yankis. Pues no. No somos capaces. A la divergencia y a la posición dominante de determinados países, se unen los nacionalismos trasnochados de otros, que se pasan las legislaturas, exprimiendo económicamente al Gobierno de turno, cuando de ellos tiene que depender. No voy a hacerle el caldo gordo a los centristas del P.P., dándole leña al presidente Zapatero, bastante le he dicho, y no retiro ni una coma. Para mí, Zapatero, es el mismo que cuando estaba en León hace cuatro años, con cuatro años más, de edad. Pero sería bueno para León y para toda la región, que no prometa nada más. Que cumpla la mitad de lo prometido y vamos bien. Que se pongan de acuerdo, Zapatero, Almunia y Moraleda, porque dicen lo que saben, pero no saben lo que dicen. La promesa de una Ley Integral Agraria para fijar a los jóvenes en el campo y el Plan del Oeste, suenan muy bien siempre que los euros no vayan a financiar la sanidad del Este. La rimbombante frase de que la reforma del azúcar la toma como una cuestión de Estado, queda muy bien en un mitin. La realidad es otra. Y la realidad es que tenía formado el Gobierno, y le faltaba el nombramiento de un ministro, que se demoró 20 días. ¿Cuál?. El de Agricultura. Después de deshojar la margarita todo ese tiempo, recayó el nombramiento en la presidenta del puerto de Vigo... El interés por un sector lo demuestran las cosas de fondo, no las apariencias ni las frases hechas. En fin, creo que ha sido muy saludable que ganara las elecciones del 14-M. el P.S.O.E., pero los cogió con el paso cambiado. En cuanto al P.P., perdió el paso y va a tardar en recobrarlo. A estos centristas habría que aplicarles la máxima del filósofo americano. Es fácil engañar a poca gente poco tiempo; es difícil engañar a mucha gente mucho tiempo; pero es imposible engañar a toda la gente todo el tiempo. Pero de ésto hablaremos otro día.