Diario de León

TRIBUNA

Castellanos, lo queramos o no

Publicado por
MIGUEL ÁNGEL GONZÁLEZ GONZÁLEZ
León

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RECIENTEMENTE la Plataforma Pro Identidad Leonesa denunció el propósito de la Junta de Castilla y León de fomentar la identidad castellanoleonesa (o castellana) a costa de destruir la identidad regional milenaria leonesa utilizando como instrumento la Fundación Villalar y su primer libro editado Castilla y León: el proceso autonómico . Entonces evidenciamos como este libro, con el pretexto de hacer un recorrido del proceso autonómico de la comunidad autónoma de Castilla y León, afirmaba que León era y llevaba siglos siendo castellana y que la región de León era un invento erudito reciente. El 3/1/2005 apareció en Diario de León una entrevista a José Manuel Fernández Santiago, presidente del parlamento autonómico. En sus afirmaciones se evidencia nuevamente cuál es el propósito de la Junta de Castilla y León relativo a León: destruir su identidad a pesar de que siempre nos aseguraron que iba a ser respetada. Comienza la entrevista con el titular: «Nuestra identidad se ha ido diluyendo a lo largo de los siglos en la de España». ¿La identidad? ¿De quién? ¿La castellanoleonesa? Pero si el gentilicio castellanoleonés fue introducido en el Diccionario de la Real Academia Española hace unos años y sólo en lo relativo a la comunidad autónoma de Castilla y León. ¿Qué identidad puede tener un territorio cuya denominación y gentilicio demuestran estar formados por dos identidades históricas diferentes? ¿O se refiere tal vez a la identidad castellana? En este caso ¿Qué tiene que ver con León? Luego dice: «Desde luego que existen problemas de identidad y existen por razones muy profundas y complejas. Sin embargo, pienso que todos ellos tienen solución si partimos de una amplia sensibilidad y un conocimiento adecuado de nuestra propia historia». Por si alguien tiene dudas, traduciré este párrafo. Lo que el señor Fernández Santiago quiere decir es que van a solucionar los problemas de identidad de la comunidad autónoma metiéndonos a los leoneses su identidad castellana con la vaselina de la Fundación Villalar sufragada con nuestro dinero. El párrafo «partir de un conocimiento adecuado de nuestra propia historia» quiere decir que seguirán «adecuando» la Historia de España hasta que les dé la razón, interviniendo en la redacción de enciclopedias y libros de texto, dedicando cátedras universitarias y becas de investigación a tergiversar la Historia y bombardeando las librerías con libros que dicen que la región de León nunca existió, que desde siempre hemos sido castellanos y que esta comunidad autónoma está recuperando por fin nuestra olvidada identidad castellana. Ante la pregunta de la entrevistadora «¿Qué diferencia a Castilla y León de otras comunidades denominadas históricas como Cataluña o País Vasco?» cualquier persona no interesada y mínimamente ilustrada contestaría que Castilla y León se constituyó sin que tuviera como precedente una región histórica española a diferencia de Galicia, Asturias, Cataluña, País Vasco, Navarra, etcétera. Cataluña y País Vasco llevan a Castilla y León (que no a León y a Castilla) siglos de ventaja. Sin embargo, el Sr. Fernández Santiago habla de un nacionalismo castellano ¡en el siglo XV! ¿Cómo? ¡Debe ser el nacionalismo más antiguo de Europa! ¿Surgió porque en el siglo XV existía un reino de Castilla con hegemonía sobre los reinos de Galicia, León, Toledo, etcétera? Por la misma absurda regla de tres el nacionalismo leonés surgió varios siglos antes cuando ser Rey de León llevaba asociado el título de Emperador de León y de toda Hispania (aunque según un conocido escritor el Reino de León fue algo imaginario, una entelequia). En realidad el delirio pancastellanista de Valladolid y su empeño en implicar a León, o lo que éstos denominan nacionalismo castellanoleonés o castellano, comenzó ya avanzado el siglo XIX. En 1873 los leoneses ya les replicamos: «No pretende León en manera alguna ser el centro de un Estado, al que concurrieran otras de las actuales provincias; sino formarse por si sola, y no perder su autonomía, ni el glorioso nombre de Leoneses sus habitantes, que con él y no con el de Castellanos se han distinguido siempre por su patriotismo, su laboriosidad y su cordura» y en 1984 nos manifestamos cerca de cien mil en contra de la unión de León con Castilla. Sigue diciendo el fantasioso presidente del parlamento que «nuestra [su] comunidad ha ido perdiendo la conciencia de sí misma y que se ha ido diluyendo en la conciencia de lo español» aunque esto «se ha empezado a corregir a lo largo de estos 21 años». Pero... ¿cómo va a perder su comunidad una conciencia de sí misma que nunca tuvo? Si nunca existió una entidad castellanoleonesa hasta 1983. ¿Qué llevan corrigiendo estos últimos 21 años entonces? Y una última cosa. En lo relativo a los papeles de la Generalitat en el Archivo de Salamanca dice «Si Castilla y León tiene una seña de identidad propia, ese es nuestro patrimonio cultural. Y si nuestro patrimonio cultural se fragmenta, nuestra unidad nacional está en peligro». ¿Qué tienen que ver la artificial identidad castellanoleonesa, el patrimonio cultural de leoneses y castellanos y la integridad de la unidad nacional? En definitiva: no sólo nos meten en una comunidad autónoma que nunca quisimos, sino que tampoco la quieren construir basándose en el respeto a las dos identidades regionales históricas que la integran. Los leoneses seremos castellanos, lo queramos o no.

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