Diario de León

EL BALCÓN DEL PUEBLO

Entre oposición y sabotajes

Publicado por
J.F. PÉREZ CHENCHO
León

Creado:

Actualizado:

LA BRISA OTOÑAL perfuma a todo León de olor a morcilla, a chorizo entrecallado, a pulpo. Hay repique de avellanas, castañuelas y abalorios y se entrelazan las cintas floreadas. Es tiempo de romería. De fiesta: San Froilán 2006. Hoy desfilarán pendones, carros engalanados y se consumará el rito de Las Cantaderas. Todo muy local y entrañable. Pero con dimensión nacional nos llega que el juez Baltasar Garzón ha desmontado ya la trama de los falsificadores que peretendían pasar por falsificados. Estaban al servicio de unos conspiradores que pretenden, con la excusa del compló, impedir que se celebre el juicio contra los autores del atroz atentado del 11-M del 2004 y que se dicte la correspondiente sentencia. Durante todo este tiempo no han aportado ni una sóla prueba al juzgado de la Audiencia Nacional encargado del caso. Pero, eso sí, han intentado desacreditar al juez, a la fiscalía, a la policía y a la guardia civil. Han intentado obstruir, por todos los medios, paralizar la instrucción. Y han llegado al extremo, como se deduce de la decisión del juez Baltasar Garzón, de inventarse falsos datos. Ayer el Partido Popular celebró una convención regional en Palencia. Se otorgaron las credenciales de candidatos a corregidores de las nueve provincias de la comunidad. También al primer espada, Juan Vicente Herrera, que buscará alargar el poder conservador cuatro años más, hasta sellar los 24. Castilla y León no tiene nada que envidiar a la Baviera alemana. Asistió a la convención Mariano Rajoy. Y volvió a lijar el tema del 11-M, exigiendo la comparecencia en el Congreso del ministro Rubalcaba. ¿Para qué? Ya va siendo hora de que el PP saque lecciones de que por este camino no va a ningún lado. En esta semana que hoy agoniza, sus partidos hermanos en la cámara de Estrasburgo, lo dejaron sólo en dos asuntos claves: Terrorismo e inmigración. Y, además, le dieron una lección para el futuro. Invitaron a los populares españoles a distinguir y diferenciar entre las propuestas políticas de futuro y la labor de oposición al Gobierno. O sea, que una cosa es la oposición y otra, muy distinta, los sabotajes a los intereses del país. Pero, ya digo, son días de mirar al interior. Los ganaderos leoneses de leche que subsisten después de la gran reconversión, que ha significado una extraordinaria modernización de sus explotaciones, aspiran a recibir la cuota láctea de los que se jubilan. El problema está en que el gobierno gallego tiene todas las cuotas para sus ganaderos y presiona fuertemente al Gobierno de la nación, un día sí y otro también, impulsados por el conselleiro de Agricultura, perteneciente al BNG. De seguir así, el socialismo gallego y su presidente, Emilio Pérez Touriño, pueden empezar a tener los problemas que ERC provocaba en el tripartito catalán. Por el bien de Galicia y de toda España, más les valdría escarmentar en ejemplo ajeno y huir de la demagogia. Porque no cabe ninguna duda: la Junta de Castilla y León tiene la obligación de defender los intereses de los ganaderos leoneses con todas sus fuerzas frente a las pretensiones del gobierno gallego.

tracking