Constitución a la carta

Llámame abuelo, que es hermoso Alguien dijo, y con razón, que los peores males que nos asedian no son muchos; pero muy graves: el hambre, la enfermedad y el desamor. El diagnóstico es certero, el pronóstico dudoso y el tratamiento es problema de cada uno. El hambre que nos lleva a la soledad, porque tenemos el alma fría porque es el frío el que domina el alma de los que tienen que darnos calor y pensamos -por ejemplo- en el abuelo que se come las horas, largas y extendidas, en la esquina de la plaza, con los ojos muertos, con los pies cansados y un trozo de corazón, todavía con frescura y vida, capaz de sufrir o de gozar. Son nuestros abuelos los que, un poco antes que nosotros, también fueron héroes y creadores, pusieron piedras en el edificio que a todos nos ampara y llamamos sociedad, pueblos y naciones. Los que también, un poco antes que nosotros, maduraron y soñaron lo mejor para nosotros, nos quitaron el hambre, nos dieron pan y nos llevaron al médico. Son nuestros abuelos hoy, ya en el declive y con el sentimiento -muchos- de sentirse estorbos y pasando «hambre»: porque les hablamos poco, porque les besamos poco, porque les contamos poco, porque les escuchamos poco y nos casan sus historias¿ Déjame que te cuente una historia. El hambre, la enfermedad y el desamor. Las tres causas fundamentales de nuestros males, que tienen tratamientos muy eficaces para nosotros, nuestros abuelos o nuestros padres. Tratamientos que calman el hambre de pan, que eso es fácil, y el hambre de amor y de afecto, que también podemos remediar con escucharlos mucho más, con hablarles mucho más, con apretarles las manos y besarlos mucho más¿ Así lo estaremos haciendo bien. Porque saciamos su hambre de atención, de amores y de cariños y hasta su enfermedad será más llevadera y más luminosa su salud. Casi estoy creyendo ya, que sólo uno es el mal de la humanidad. La falta de esperanza e ilusiones, cuando son el corazón y el alma los que padecen hambre. Feliz día de los abuelos. José Manuel Peña Rodríguez (León. Matrimonio y violencia doméstica El último estudio del Centro Reina Sofía de Valencia sobre mujeres asesinadas por su pareja afirma que el vínculo más común entre la víctima y el agresor es el de cónyuges, en un 41 por ciento de los casos, y los ex cónyuges en un 20 por ciento. De este comentario se puede deducir que en el matrimonio se produce más violencia que en otro tipo de relaciones, algo que es totalmente falso. Los porcentajes que se dan son absolutos y para ser veraces debieran darse en términos relativos. Si estos datos de mujeres asesinadas se comparan con el número de matrimonios que hay en España (unos 9.000.000) y el número de parejas de hecho u otro tipo de relaciones (700.000), se vuelve a confirmar, como cada vez que se dan cifras, que en el matrimonio se producen proporcionalmente diez veces menos víctimas que en otras relaciones. Los datos confirman una y otra vez que el matrimonio es la mejor vacuna contra la violencia doméstica. Debemos ser, por tanto, muy cuidadosos de no caer en el engaño de mezclar y confundir. Aníbal Cuevas Tapia. (Madrid). ¿Dónde está Nunca Mais? Aunque ha habido varios vertidos de combustible en el mar próximos a las costas españolas, por naufragio o avería importante de algún petrolero, estamos siguiendo con atención el hundimiento del navío «Don Pedro» y las noticias que afectan estos días a diversas playas de Ibiza, con el consiguiente perjuicio ecológico, ambiental y económico que conlleva dicha contaminación. Viene a nuestras mentes el naufragio del «Prestige» en las costas gallegas, la ingente marea de personas de diferentes partes del país dispuesta a recoger chapapote, las multitudinarias manifestaciones con cartelones de «Nunca Mais», la petición de dimisiones por no haber impedido aquel vertido, y está bien que se hagan esas quejas y peticiones. Lo que pasa es que ahora vemos las noticias en televisión y comprobamos que falta algo: no hay manifestaciones, ni voluntarios en las playas, ni peticiones de dimisión, ni¿ Será porque el presidente de la comunidad balear no es Manuel Fraga, ni tampoco el presidente del Gobierno central es José María Aznar. Al fin y al cabo, lo único que interesa es embestir contra el Partido Popular y sus dirigentes. El medio ambiente y la contaminación es la manida disculpa. Mª Teresa Rico González (Villafranca del Bierzo).