Sarkozy recupera El Elíseo

NO HAY duda de que el presidente de la República francesa, Nicolás Sarkozy, personaje mediático donde los haya, y personaje aficionado a ser «salsa de todos los guisos», como suele decirse, atrae vivamente a la opinión pública española. Es más, el presidente galo, de entrada, merece el aplauso de una parte de esa opinión, posiblemente porque tiene en la memoria que el jefe del Estado galo venció en las elecciones a «la Zapatero francesa», como fue llamada la socialista Segolene Royal. Pues bien, tras dos semanas de vacaciones con Carla Bruni por Egipto y Jordania, siempre acompañado de abundante séquito y con docenas de periodistas gráficos que tomaban fotografías de cada gesto cariñoso con su novia, el presidente ha recuperado el palacio del Elíseo y ha comparecido ante seiscientos periodistas para afrontar una apreciable caída de la popularidad. Sarkozy recupera el poder y los asuntos que preocupan a los franceses, y probablemente desconcierta a más de uno con sus propuestas sociales: desaparición de las 35 horas, sí, pero también reparto de beneficios empresariales. Desaparición de la publicidad en las televisiones del Estado, sí, pero que paguen la financiación de tales televisiones las privadas. De manera que su amor con Bruni, sus planes de gobierno, todo fue abordado en esa multitudinaria comparecencia del «presidente de Francia» y algunos consideran que es un pretendido presidente de la UE Pero de la rueda de prensa de Sarkozy hay un aspecto que, en particular, han destacado los medios españoles: Sarkozy desvela que Zapatero es partidario de expulsiones colectivas de inmigrantes. A la diplomacia española le ha faltado tiempo para puntualizar: España niega haber propuesto a Sarkozy tales expulsiones conjuntas por las que, según el presidente francés, apuestan Zapatero y Prodi. ¿Es cierta la revelación de Sarkozy, o se le ha ido «la olla» y ha pecado de indiscreto, al revelar datos acaso conocidos y debatidos en sesiones de la cumbre de jefes de Estado de la UE? El Gobierno español, en todo caso, ha querido matizar al presidente francés situando la cooperación en el marco de la UE. La colaboración en vuelo conjuntos de inmigrantes expulsados se realiza desde hace media docena de años, dicen en Exteriores... Medios políticos no dudan en asegurar que Sarkozy pretende utilizar a España e Italia para justificar su política de inmigración, mucho más severa y radical que la nuestra. Con toda probabilidad, el asunto volverá a ser abordado en las próximas horas en la cumbre hispano francesa, de la que se esperan otras noticias relevantes: por ejemplo, que. España y Francia decidan de una vez, en esta cumbre de París, el trazado de la conexión de alta tensión.