Lo que pensamos

LA ÚLTIMA encuesta del CIS es una foto fija sobre lo que pensamos los españoles y llaman la atención varias cosas. La primera que con la que está cayendo si hoy hubiera elecciones habría un empate entre PSOE y PP con un 39,7% cada uno. Lo que en segundo lugar a mí me llama la atención es que aunque aumenta el número de ciudadanos que dicen no confiar en Rodríguez Zapatero, nada menos que el 62,6 no confía en el presidente, resulta que en Mariano Rajoy todavía confían menos. Solo estas dos evidencias deberían de provocar una reflexión en el PP sobre cuáles son sus puntos débiles tal y como se los señalan los ciudadanos. Ahora que aún resuena el eco de las elecciones norteamericanas, es evidente que Barack Obama debe parte de su éxito a su capacidad para engendrar ilusión y confianza en un cambio a mejor, frente a lo que ha sido la política de los republicanos. Esa es la lección que deberían aprender los populares, y que, por cierto, ya puso en práctica Zapatero en el 2004: cuando la mayoría de los ciudadanos estaban hartos de la prepotencia de Aznar, de sus políticas de ordeno y mando, Zapatero ofreció un cambio tranquilo y sobre todo vendía optimismo y esperanza en un futuro mejor. Bueno, pues ese «cambio», esa «esperanza» es algo que Mariano Rajoy es incapaz de representar, y por más que lo intente no resulta creible. De manera, que por más que les duela, uno de los principales problemas que tiene el PP es el de liderazgo y, o encuentran un dirigente capaz de simbolizar algo nuevo o por mal que vayan las cosas el PSOE siempre les ganara por la mano. Rajoy ha acertado renovando la cúpula de su partido, y tanto Dolores de Cospedal como Soraya Saenz de Santamaría están sabiendo estar a la altura de las circustancias, porque Javier Arenas y Ana Mato en definitiva son más de lo mismo. Pero Dolores Cospedal y Soraya Saenz de Santamaría no son suficientes para lograr que el PP se convierta en una alternativa real. La táctica de Rajoy es la de esperar que el Gobierno se desgaste por la crisis económica, que Zapatero continue perdiendo credibilidad. La cuestión de fondo es que el PP no tiene al frente alguién capaz de general esperanza y confianza en el futuro, y hasta que no resuelva ese problema continuará donde está. Por cierto, que la encuesta del CIS destaca cómo va aumentando la valoración de Rosa Díez, lo que no me extraña porque hay muchos ciudadanos hartos del PSOE que buscan otra alternativa que el partido de Rosa Díez puede representar. Ya digo, la encuesta del CIS es un buen reflejo de lo que pensamos los españoles.