Diario de León

Diario de una aventura

Con el barro hasta el cuello

Ahora empieza lo más duro de la aproximación a nuestro objetivo, el pico Margarita; será una escalada muy difícil, arriesgada y de gran compromiso

La aproximación a la base se hace por un lodazal.

La aproximación a la base se hace por un lodazal.

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León

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Para poneros en situación geográfica os diré que el pico Margarita está dentro del macizo montañoso Stanley, a tan solo 15 kilómetros de la línea ecuatorial. Es la montaña más alta de la cordillera del Ruwenzori que tiene 110 kilómetros de largo por 50 de ancho. Sólo hay tres cimas que superen los 5.000 metros: Pico Alexandra, Pico Albert, y el más alto con 5.109 metros que es nuestro objetivo. Otra característica de esta cordillera es que hace frontera con el Congo, y sobre todo la rareza de las plantas que aquí viven.

Abandonamos el campamento Jhon Matte, al que llegamos hace un día, por un difícil territorio y más de mil metros de desnivel, pero ni comparación al que os describiré a continuación. Nos enfrentamos posiblemente al día más terrorífico de todos, pues en casi toda la jornada nuestro objetivo será atravesar los pantanales de fango. ¡Qué pesadilla caminar por este lodazal! Cada paso es un esfuerzo donde hay que emplearse concienzudamente, y así otro paso y otro y uno más, y ahora para dentro del fango, y así pasan las horas, hundidos en este fango con los pies empapados de lodo y aguas heladas. Tenemos los pies congelados y barro hasta la cabeza.

Por fin se termina el lago, donde no hay vida por los seis grados de temperatura y la gran altitud. Llegamos a nuestra cabaña. Este lugar se llama campamento Bujuku y está situado a 4.000 metros.

Nos metemos rápidamente en el precario pero agradable cobertizo donde los porteadores hacen una hoguera y secamos la ropa. Estamos cansados, llenos de barro, pero al menos podemos secar la ropa. Cenamos y nos metemos en el saco, es el único lugar donde podemos calentarnos. Mañana será otro día.

Amanece el mejor día de toda la expedición, así que la aprovechamos para ascender desde los 4.000 metros de este campamento hasta los 4.550 metros del siguiente y último campamento, llamado Elena. Será el campo base antes de la ascensión al Pico Margarita. Al principio más de lo mismo: lodazales, barro, agua y mil obstáculos, con las malditas hierbas movedizas, a cambio atravesamos un jardín natural espectacular, el más hermoso que he visto en mi vida. Hay grupos de cenecios gigantes que atravesamos por el medio, lobelias por todos lados, ¡qué exceso de bosque! Abandonamos por fin los lodazales para llegar a terreno más abierto, de rocas y morrenas, antiguamente este era territorio glaciar. Estamos a unos 4.400 metros, y la vegetación empieza a escasear, las lobelias desaparecen y algunos tímidos cenecios se resisten a abandonarnos. Estamos en campamento Elena y hay una pequeña cabaña donde nos tenemos que apiñar, Emilio, mi hermano Kike, cuatro amigos porteadores, y yo; el resto de los porteadores dejan las cargas y descienden de nuevo al campamento Bujuku. Dicen que este frío es insoportable y sólo regresarán cuando descendamos de la cumbre del pico Margarita.

Mañana haremos nuestro primer intento a cima si el tiem po nos deja. Será una escalada arriesgada, difícil y con gran compromiso, pues la llamada ruta normal que ya es difícil de por sí lo será aun más, porque las grandes grietas que se han abierto desde unos pocos meses atrás han hecho que no se pueda escalar directamente por esa ruta normal. El experto Dezi dice que habrá que explorar, e improvisar, apenas hay información. Si no lo conseguimos mañana, lo intentaremos pasado, pero os lo iremos contando puntualmente.

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