La crisis del ébola en España abre cuatro nuevos frentes en un solo día

El ébola no da tregua. Tras varias jornadas de relativa calma, la alerta sanitaria volvió ayer a España. Ayer ingresaron en la sexta planta del Instituto de Salud Carlos III tres pacientes sospechosos de estar contagiados: uno de los sujetos en vigilancia activa por el caso de Teresa Romero, un ciudadano nigeriano y un misionero recién llegado de Liberia. El trío fue aislado en el centro de referencia para ébola en España.

Un cuarto, ya por la tarde, fue ingresado en el hospital de La Candelaria de Tenerife tras regresar a la isla procedente de Sierra Leona. Todos cumplen con los criterios de hospitalización preventiva que marca el renovado protocolo: su temperatura ha superado los 37,7 grados y han estado, potencialmente, expuestos a una fuente de contagio. Una vez aislados, faltan los resultados de las pruebas que permitan confirmar, o descartar, la infección. Junto al profesional canario, se quedaron en observación aunque asintomáticos sus dos compañeros de piso

La primera alerta saltó con el contacto secundario de Romero. Es una de las 68 personas que se encontraban bajo vigilancia activa por haber tenido contacto —de bajo riesgo— con la auxiliar de enfermería fue ingresada en el hospital Carlos III durante la mañana de ayer, tras diez días de medirse la temperatura tres veces al día. Es uno de los siete trasladados en la ambulancia que, la mañana del pasado 6 de octubre, llevó a Romero desde su domicilio hasta el hospital de Alcorcón. Este vehículo no fue inmovilizado ni desinfectado hasta que se confirmó el positivo por ébola de la auxiliar de enfermeria, doce horas después.

En detalle

El paciente es un hombre de avanzada edad que ya presentaba problemas previos de salud, por lo que la fiebre que motivó su ingreso podría deberse a algunas de las dolencias que padece. Para el traslado de esta persona, efectuado a primera hora de la tarde de ayer, se utilizó una ambulancia del Summa con características especiales para un caso de una enfermedad infecciosa. La cabina estaba completamente separada del habitáculo del paciente, lo que permite la desinfección adecuada del vehículo. El personal encargado del dispositivo de transporte y atención del paciente utilizó todos los equipos de protección personal necesarios. Tras su ingreso, el personal médico tomó muestras con las que realizar los análisis PCR que permiten determinar si está contagiado.

Desde París

Los síntomas de un pasajero de Air France activaron, de nuevo, el protocolo de alerta sanitaria. El avión que cubría la ruta entre París y Lagos (Nigeria), en el que volaban 183 personas, tuvo que aterrizar en el aeropuerto Adolfo Suarez Madrid-Barajas cuando un ciudadano nigeriano, sin identificar, declaró sufrir un cuadro de fiebre y temblores. La aeronave tocó tierra alrededor de las 11.30 horas. Con el avión ya en Madrid, se ejecutó el protocolo previsto para estas ocasiones. La tripulación y el resto del pasaje desembarcaron, y un médico del servicio de Sanidad Exterior accedió a la aeronave para hacer una primera inspección del paciente. Pocas horas después, una ambulancia preparada para el transporte de pacientes potencialmente contagiosos lo llevó hasta el Carlos III. Con él, de nuevo son tres las personas que están en la sexta planta. La de los que tienen síntomas, estén infectados o no.