Diario de León
Publicado por
ANTONIO NÚÑEZ
León

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Los comerciantes y hosteleros leoneses, espero que no todos por su bien, se están pensando el crear un nuevo partido político ‘Decidamos’ para concurrir a las próximas elecciones municipales contra la libertad de horarios. Argumentan que tendrían que contratar a más gente o madrugar ellos mismos, opciones ambas fatales para la ciudad. Estas son las chorradinas que le alegran a uno desde por la maña. Incluso más que el carajillo.

Este verano servidor sufrió personalmente las peregrinas tesis de los tenderos. A eso de las nueve y media de la mañana, que ya va siendo hora de despertarse, los alrededores de la Catedral bullían de turistas perfectamente uniformados, a saber, pantalón corto, gorra y mochila. El canónigo fabriquero Mario, que no es tonto, les cobraba las entradas al templo desde las ocho, hora no sé si de maitines, y las terrazas de la Calle Ancha no daban abasto a cafés con leche para esos extranjeros raros que nos visitan tan temprano. Bueno, pues este menda tuvo que esperar media hora larga para comprar un par de zapatillas caras en una afamada tienda junto al mercado del Conde. Eran las diez, ya largas, cuando llegó el patrón a abrirles la puerta a sus tres o cuatro empleados. Conmigo éramos cinco. Merqué la mercancía alucinado por tanta diligencia en el negocio y no he vuelto más por allí. Espero que me duren.

Y no era el único. Las tiendas de la zona y, en particular, las de la calle La Rúa, valga la redundancia, exhibían en sus escaparates ingentes productos locales como cecinas, quesos o vinos ante los que salibaban docenas de turistas con la nariz pegada al cristal. Pero estaban chapadas como la de mi zapatillero. Para cuando los dueños llegaban a abrirlas con bostezo de sueño mediterráneo a los guiris ya se les había pasado el hambre.

Esta es la tropa comercial que tenemos y no hay otra, le digo a usted señor guardia. Pensaba yo inaugurar al lado un negociete mañanero del estilo de los de más barato que en Canarias, una hora menos, donde hice la mili en plan guerra fría, nada de sudar, y me dieron una cartilla de licenciamiento que dice «valor, se le supone». Pues no, mi coronel, me acongojé porque en la Fele y Aleco no paraban de llamarme esquirol. Pero, la verdad sea dicha en mi defensa, se lo juro a usía, es que me falló mi principal proveedor, un indio tinerfeño de la Rambla de Pulido al que han trincado en una redada por delito fiscal y de contrabando. Deja de tocarme los cataplines, Montoro, y métete con los chinos. Estos no cierran nunca y, como además son todos iguales, se turnan.

Un sindicalista bobalán de CC OO, desconozco si liberado, vago o ambas cosas, se ha sumado a ‘Decidamos’, cuyo programa electoral es «trece horas al día, seis días a la semana ¿Te parece poco?. No compres en domingos ni festivos. Gracias». Dice el chorvo que eso sólo beneficia a las grandes superficies y patatín y patatán. Pues no lo sé, pero estas navidades pienso pulirme la paga extra de jubileta en Carrefour y El Corte Inglés, que abren en Nochebuena hasta las nueve y por Reyes hasta que llegan Melchor, Gaspar y Baltasar.

Oiga, que cada cual abra y cierre su comercio cuando le convenga, allá él, pero no va a imponerme a mí de tal a tal hora y menos comprar o no un domingo si me cuelga de la visa. Amenazan también los tenderos con un apagón de escaparates «para que la gente vea lo oscura que se queda la ciudad». Otra sanjuanada para que intimemos. Por una encuesta telefónica que he hecho entre media docena de amiguetes no creo que el partido mercantil tenga futuro. Con esa mentalidad empresarial, mejor que lo traspasen y dejen de marear a la clientela.

Este articulillo está escrito entre semana aunque salga el domingo, así que si es usted del comercio, compre el periódico sin remordimientos. Yo «decido» el día que lo mando sin necesidad de crear un partido político para joder al PP, a la Junta y al alcalde Emilio Gutiérrez. Hay otras formas y maneras de hacerlo. Sé muchas.

Cuestión distinta es el periódico del lunes, hecho por colegas esclavos y domingueros a cambio de un mísero plus de fin de semana con el que no pueden ir ni de rebajas. A por ellos. Y olvídese ‘Decidamos’ de las páginas de deportes. Y de la Cultural. Y del Ademar. Y de mirar las esquelas de los que, por fin, dejaron de fumar. Así de claro.

O jugamos todos o rompemos la baraja.

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