Diario de León
Publicado por
charo zarzalejos
León

Creado:

Actualizado:

P ensé que eran los efectos de la gripe, que algo me había sentado mal o que, definitivamente, mi cabeza estaba en crisis. Pero no. Lo que estaba viendo y escuchando era verdad. Era y es verdad que Pedro Sánchez ha abandonado escaladas televisadas, que, con toda probabilidad ya no volverá a compartir mantel con una familia de izquierdas a la que no convenció para que volvieran al PSOE. Debe ser verdad que esta harto de que le cuestionen, cosa que hacen incluso los que le votaron, y ni corto ni perezoso se vistió de Batman. Con explicaciones tan etéreas como «pérdida de imagen» y argumentos semejantes, su lugarteniente Cesar Luena compareció en rueda de prensa para, en resumen, afirmar que quien manda «es Pedro».

Tomas Gómez estaba donde estaba porque así lo quisieron los militantes. Son ellos quienes le legitimaron y si las encuestas dan mal, lo, vienen haciendo desde hace mucho tiempo. Lo del tranvía de Parla no es nuevo, ni fue ayer cuando se descubrió la operación Púnica. Nada nuevo bajo el sol pero hete aquí que Sánchez ha esperado a estar a tres meses de las elecciones para dar un golpe de mano que la inmensa mayoría de socialistas contemplan con estupor y no pocos con auténtico pánico.

Suele ocurrir que estos alardes de autoridad son directamente proporcionales a la inseguridad de quienes lo ejercen. Parece claro que Tomas Gómez no era la mejor opción, pero ¿se enteran ahora? ¿No ha habido tiempo de tomar decisiones en un momento menos clave que el actual?. ¿Se cree de verdad Pedro Sánchez que la candidatura que elaboren será la candidatura del éxito? Un veterano, bien lucido, por cierto, ya le ha advertido: «Pedro, esto no acaba aquí».

Y claro que no acaba aquí. Esto es solo el principio de un desastre, de un suicidio sin necesidad de asistencia. Esto no acaba aquí y en política en donde nunca se perdona nada, lo que haga te harán. El precedente lo ha propiciado el propio Sánchez. Me apunto a la tesis de Nicolás Redondo. «El PSOE o se refunda o deja de ser útil a medio plazo».

tracking