Cataluña no tiene dinero para pagar a las farmacias

Las farmacias catalanas volvieron a recibir ayer malas noticias por parte de la Generalitat de Cataluña. Las mismas que obtuvieron en septiembre y que han ido salpicando el calendario durante los últimos cuatro años. El Gobierno autonómico anunciaba que en la caja para pagar los medicamentos dispensados en las boticas sólo quedan telarañas. Se ha quedado sin fondos y sólo podrá pagar sus compromisos si llega una inyección económica extraordinaria.

De esta manera, si el próximo jueves los farmacéuticos no han cobrado, la deuda del Servicio Catalán de Salud ascenderá a 330 millones, correspondientes a los meses de julio (121,5 millones), agosto (unos 100 millones) y septiembre (112,5 millones). También se batiría un nuevo récord de tardanza. Si hasta ahora, la Generalitat pagaba con una media de 90 días, con esta nueva demora se iría hasta los 120 días. «¿Es necesario llegar a estos límites de retraso para volver atrás? ¿Y que esta situación se vuelva a repetir hasta dos o tres veces en un año?», se cuestionó Jordi de Dalmases, presidente del Consejo de Colegios de Farmacéuticos de Cataluña, quien también denunció la inestabilidad que vive el sector desde hace cuatro años con esta incertidumbre. «Lejos de mejorar con la anunciada salida de la crisis, la inestabilidad en 2015 ha sido superior a la del año anterior», destacó en un comunicado.

A pesar de esta noticia, el presidente de los farmacéuticos catalanes insistió en que las boticas no tendrán ningún problema de abastecimiento y que los ciudadanos podrán comprar sus medicamentos con total normalidad. No obstante, De Dalmases denunció la frecuencia con la que se producen estos retrasos -la anterior ocasión se produjo en septiembre-. «En un país donde presumimos de tener un sistema de salud de excelencia, es inexplicable que sean los profesionales sanitarios quienes deben garantizar el acceso a los medicamentos porque las administraciones no cumplen con sus responsabilidades», recalcó.

A la espera del FLA

Por su parte, la Generalitat achacó estos problemas de tesorería a que debe recibir más euros del Fondo de Liquidación Autonómica (FLA). Reclama que tiene pendiente de cobrar 2.300 millones correspondientes al déficit de 2014. Una cantidad que fue reconocida y aprobada por el Ministerio de Hacienda el pasado mes de mayo pero que todavía no se ha decidido el cuándo. Una decisión que el ejecutivo catalán espera que se produzca el próximo jueves, cuando se reúne el Consejo de Política Fiscal y Financiera.

Estos achuchones económicos han provocado ya varios problemas este año. En mayo, fueron los hospitales concertados los que no recibieron el abono de las facturas a tiempo por culpa que la Generalitat se había quedado sin dinero, una situación que no sólo ocurre en Cataluña. Otras comunidades también están sufriendo retrasos, como la Comunidad Valenciana. Según el Observatorio del Medicamento de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles, la deuda con las boticas españolas ronda los 2.000 millones.