Diario de León

CARLOS TAIBO profesor de ciencias políticas de la universidad autónóma de Madrid

«El Tratado de Libre Comercio pondrá trabas a la vida agrícola»

Carlos Taibo, ayer durante la conferencia en el Teatro San Francisco. RAMIRO

Carlos Taibo, ayer durante la conferencia en el Teatro San Francisco. RAMIRO

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carmen Tapia | león

La presión de EEUU para que la Unión Europea rebaje la regulación que permita firmar el Tratado de Libre Comercio de Inversiones (TTIP) confirma «los peores augurios» de las negociaciones «clandestinas» para un acuerdo «que en lo social traerá más recortes de derechos, en lo laboral augura una segunda reforma más dura y en lo medioambiental no hay motivo para intuir que la UE vaya cumplir los acuerdos contra el cambio climático». Así lo manifestó ayer en León el escritor y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, Carlos Taibo, que ofreció una conferencia en el marco del festival Mundo Ético.

—Parece que los lobbies negocian en secreto.

— No es ninguna novedad y confirma que las presiones de las grandes empresas son muy fuertes y que las negociaciones no han ido más deprisa porque hay algunas divergencias en la medida en que las dos partes defienden sus intereses económicos.

—¿Por qué el debate sobre el TTIP está ausente de las campañas electorales y de pactos?

—Los políticos de los grandes partidos intentan que no se hable. Los demás están a otras batallas. Si uno analiza las negociaciones del PSOE y Podemos para formar un nuevo gobierno no me consta que se haya hablado del TTIP. No es un acuerdo ultimado, está en proceso de negociación y alguien dirá que hablar de algo que no está puede ser precipitado, pero al mismo tiempo creo que quiere aparcarse porque es una fuente de divergencias.

—Pero ¿el próximo gobierno tendrá que tener una postura o tiene poca capacidad de decisión?

—Aquí no va haber ni debate público, ni referendo, ni petición de apoyo por parte del parlamento español. Las altas estancias de la Unión Europea son las que tomarán las decisiones.

—¿Qué es el TTIP?

—La cobertura retórica dice que el TTIP es un acuerdo de libre comercio para la desaparición de los aranceles que gravan los productos americanos y europeos y agrega que pretende provocar la desaparición paralela de burocracias. Lo que hay en el fondo es un intento de homologar a la baja las legislaciones de EE UU y la UE de tal manera que aquella que sea más beneficiosa para las grandes transnacionales será las que se imponga.

—En el caso de que se firme el acuerdo, ¿cómo va a afectar a España?

—Afectará a la agricultura de proximidad. Los intentos de recuperar la vida agrícola y ganadera se van a topar con numerosos obstáculos. La dependencia de la UE del petróleo y el gas natural norteamericano se va a acrecentar. Vamos a ver como la reducción de los aranceles se traduce en ingresos públicos menores que tendrán su efecto en la sanidad y la educación pública. Vamos a ver cómo el principio de precaución de la UE para comercializar un producto agrícola y ganadero va a desaparecer en provecho de las reglas norteamericanas que son mucho más laxas. Podremos asistir a la imposición de las reglas del juego de Estados Unidos en el terreno laboral, que permanece al margen de todas las normas pactadas en el seno de la Organización Internacional del Trabajo. Vamos a apreciar cómo las posibilidades de descargas de Internet de productos culturales se reducen en un escenario en el que las empresas podrán hacer un uso mucho más libre de la información personal de sus clientes en el que Internet, como producto de control, experimentará un crecimiento.

—¿Por qué le interesa la UE firmar el tratado?

—No es la UE, son las grandes empresas transnacionales que son las que están detrás del TTIP y que tienen un gran poder sobre los gobiernos, en su mayoría plegados a los intereses de esas empresas, o en su defecto poco pueden hacer para resistirse. No se trata de que la UE esté por esto, lo que hay detrás es un acuerdo entre las grandes empresas norteamericanas y comunitarias.

—¿En qué beneficiará a EE UU?

—EE UU tiene un sistema menos regulado que la UE en la mayoría de los terrenos. La regulación de los servicios financieros es más severa que en Europa, al menos desde el escándalo de Lehman Brothers de 2007. En términos generales, conseguiría que los mercados europeos se abriesen de una manera más fácil, sería una bajada de pantalones de la UE frente a los EE UU. Los dos desean mantener los privilegios de sectores como el automóvil en la UE y una agricultura mucho más industrializada en EE UU.

—¿Cómo se puede parar?

—Lo que nos queda es organizarnos desde abajo, divulgar la información y prever un ejercicio de desobediencia civil. En adelante tenemos que partir de la certeza de que hay un mecanismo inserto en el TTIP que implica que cualquier ley aprobada por la UE tendrá que pasar un examen para comprobar si no contradice al TTIP, lo cual es una reducción dramática de nuestra soberanía.

—¿A qué sector le interesa?

—A las grandes empresas. Los pequeños y medianos empresarios se van a ver perjudicados lo cual es moderadamente sorprendente que no estén reaccionando, aunque son víctimas de este ejercicio de desinformación y opacidad de las negociaciones y contenido del acuerdo.

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