‘Boomers’, activos en el cambio de ciclo

carmen Tapia | león

Nacieron con el baby boom, entre 1947 y 1965/66. Tienen entre 49 y 69 años. Ayudaron a transformar el mundo y fueron testigos de grandes acontecimientos históricos. Empezaron a llenar las universidades y vivieron los años más productivos, entre 1970 y 2000 —sus padres sufrieron los rigores de la posguerra— y se adaptaron a las revoluciones, incluida la tecnológica y la monetaria. Pasaron de contar pesetas a euros; impulsaron el fax, la lavadora eléctrica, los relojes digitales y las redes sociales. Pertenecen a lo que se conoce como generación boomers, artífices de los mayores cambios sociales en un periodo de tiempo muy corto. Son la generación del desarrollo que gerenalizó el consumismo. En León suman 132.778 personas, activos inmersos en otro cambio de ciclo, una generación que cotiza para pagar pensiones ante la incertidumbre de su retiro. La jubilación del baby boom sumará 15 millones de pensionistas en España en el año 2042. Pero el ciclón de la crisis económica les ha colocado en el lado de los ‘irrecuperables’ si son expulsados del mercado laboral. Más de la mitad de los parados de larga duración (más de un año)son trabajadores con 50 años de edad o más.

Antonio Martínez Llamas

Tiene 64 años. Es médico y autor de 14 libros, merecedores de 10 premios. Ahora escribe su última novela. «La vida ha sido amable conmigo, pero vivimos tiempos de incertidumbre. Hasta hace unos años lo teníamos todo seguro pero ahora todo es incertidumbre. Vivo al día en todos los aspectos. Dentro de diez años nos vamos a morir, así es la estadística. Por eso relativizo todo. Digo lo que quiero con respeto. Ahora ya no nos preguntan por nuestros méritos. Es un momento complicado».

Javier Gómez

Acaba de recibir el premio de la Fele como Empresario del Año. «A los 30 años tenía a mi cargo a un montón de empleados. Creo que la generación que viene empujando tienen muchos conocimientos tecnológicos pero hay valores que se están dejando atrás como la educación y el respeto. Soy optimista y sé que todo va a remontar, todo saldrá bien. La experiencia da más libertad para hablar con naturalidad. Ahora mi mayor preocupación es mantener la salud. Los que nacen ahora son los que vivirán 125 años, pero habrá que ver en qué condiciones».

Roberto Álvarez

Tiene 56 años. Es barrendero. «Me ha tocado vivir tiempos malos y buenos. La situación económica de mi familia no era buena y tuve que ponerme a trabajar a los 14 años. Tengo cotizados 42 años y ahora mi duda es si podré cobrar jubilación y retirarme a los 60 años, que sería la manera de dar paso a la gente joven. Mi generación hemos vivido cambios muy importantes, pero para mí el mayor se dio en los años 90. De pronto todo cambió, se privatizaron muchas cosas y las relaciones dejaron de ser familiares». Roberto dirige desde 1988 un grupo de danzas regionales «para transmitir la cultura de los pueblos».

Manuel olveira

Dirige el Museo de Arte Contemporáneo (Musac) desde el 2013. Tiene 52 años. «Es una edad muy difícil, depende del lado en el que te haya colocado la crisis económica». Asegura estar en una situación personal y profesional «muy buena», con proyectos. «El año pasado publiqué una novela que se titula ‘Todo el tiempo del mundo’. Estamos en una edad en la que empezamos a recordar lo que fuimos y lo que hicimos. No tengo miedo porque no temo a los cambios. Tenemos plenitud física. Identifico claramente lo que vale la pena. Siento que soy parte de la solución porque no contribuyo a los males del mundo. Hay que huir de la mentira porque hay muchos engaños y espejismos como el éxito y el consumismo. A esta edad, el mercado laboral y el afectivo te convierte en invisible en España, cosa que no ocurre en otros países».

Alex cooper

Nació en 1967. Está a caballo entre dos generaciones aunque nunca se ha sentido parte de ninguna. «Siempre he sido outsider, fuera de las normas. He ido adaptándome a los cambios. Lo más revolucionario ha sido Internet, que ha cambiado la manera de relacionarse de la gente, la creación y la vida. Fuimos una generación muy musical, empezamos a ir a los conciertos y a comprar discos. La música nos dio carácter. La generación posterior a la mía se caracteriza por el uso de la informática, son muy digitales, y la anterior estaba más vinculada a la televisión. Nos acomodamos a la realidad, a la decepción. Parecía que todo iba a cambiar a mejor, pero nos dimos cuenta de que todo seguía igual o peor».

Charo acera

Escultora y pintora. Nació en 1960. «Hemos vivido el periodo de tiempo en el que las mujeres asumimos las dos etapas. Somos madres, esposas, compañeras leales y, a la vez, trabajadoras incansables con los ideales de cambiar la historia. Nosotras podemos con todo y nosotras somos nuestras peores enemigas. Queremos romper tópicos y lo conseguimos, pero también somos las más criticadas y a la vez admiradas. Aparece la frustración de una sociedad que no recompensa más que a los hombres y entonces empezamos a vivir como individuos y a disfrutar como somos. Nuestra generación es la de una lucha heredada y de mujeres asesinadas, poderosas pero impotentes, resignadas pero orgullosas. El mundo no ha cambiado, pero nos hemos agotado».

charo llamera

Abogada matrimonialista. «Nací en el 65, una época oscura en la que no éramos nada sin el marido o el padre, o sea, sin un hombre al lado que te dotara de entidad propia y ahora controlamos nuestro propio destino. Sólo podemos mirar atrás y decirle a esa etapa ‘adiós, encantada de haberte conocido pero no quiero saber nada de ti’. Hoy la vida es más placentera, llena de opciones si las sabes aprovechar, libre de anquilosamientos y tutores con sabor a rancio. Todo ha cambiado, nosotras también. La vida nos ha dado la posibilidad de salir del adoctrinamiento. No necesitamos a una figura masculina para realizarnos plenamente».

Margarita escobar

Tiene 55 años, seis hijos y es ama de casa con título académico. «Se que esto no es muy común pues la mayoría de las mujeres de mi generación trabajan fuera de casa y lo compatibilizan con el cuidado de sus familia y de su hogar. El reparto nunca es al 50%. Todo el entramado social y familiar recae sobre la mujer, lo que supone una mayor dedicación y esfuerzo. He aprendido a exigir y a exigirme menos. El cambio ha sido radical para la mujer».

Brezo rodríguez

Directora de la Escuela de Moda Liper. «En la sociedad se ha instalado una gran desesperanza y es muy grave porque la esperanza y la ilusión son imprescindibles para abordar el futuro. A los 30 años quería sacar adelante mis proyectos personales y profesionales y ayudar a mis hijas, aún pequeñas, a desarrollar los suyos. Hoy tengo más serenidad, paciencia y experiencia. He aprendido que hay pocas cosas que merecen la pena. El desarrollo tecnológico nos ha cambiado la vida. Internet nos facilita las comunicaciones y el acceso a la información. Sin embargo, también han cambiado los valores. Echo de menos la reflexión íntima y el esfuerzo personal necesario para entender las cosas. La crisis económica y de valores está siendo demasiado dura. Perder el trabajo a los 50 ha destruido muchos proyectos vitales».

Mónica garcía

El perfil de esta profesional del marketing y la comunicación cierra la generación ‘boomer’ e inicia el camino abierto por la generación X. Nació en 1968 y lleva 26 años trabajando para la misma empresa. Ha sido directora del Festival de Videoclips Videolife y colabora en Diario de León. «Dejé la casa de mis padres a los 23 años para independizarme. En mi generación arrancamos el papel de la mujer como ama de casa y nos incorporamos al mundo laboral. Cuando empecé a trabajar, era la segunda mujer de mi departamento y la más joven. Ahora hay más mujeres que hombres. Mi trabajo me gusta y considero que lo tengo más fácil con las tecnologías y la mejora de las comunicaciones. A pesar de que no soy nativa digital, me he subido al carro de las redes sociales y el resto de innovaciones y soy muy activa en este campo».