Diario de León
Publicado por
El Abanico Rosa Villacastín
León

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A ntes de que la ministra Fátima Báñez propusiera horarios compatibles con la vida en familia, la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles lleva años celebrando congresos sobre la materia. El último hace apenas mes y medio en el que participaron Javier de Domingo, psicólogo de profesión y fundador del movimiento Si los hombres hablasen , Luis Mariño, psicoterapeuta experimentado, y Erick Pescador, sociólogo y sexólogo. Tuve la enorme fortuna de poder debatir con ellos sobre un tema que impide que muchas familias puedan ocuparse de sus hijos o de sus propios padres, sin tener que vivir en un continuo stress por la responsabilidad que supone tener un empleo con horarios disparatados y una vida familiar tan exigente como el más puñetero de los jefes.

Me llamó la atención el interés de estos tres profesionales por estar presentes en el crecimiento y educación de sus hijos, desde el minuto mismo de nacer. No de forma testimonial, sino implicados al 100% aunque para ello hayan tenido que renunciar a ganar más, a tener un mejor coche o a contratar a alguien que se ocupe de sus hijos mientras ellos están trabajando. Para conseguirlo, no han dudado en organizarse su vida de manera que el cambio de modelo de sociedad deje de ser una utopía.

Estar más horas en el trabajo no quiere decir que el rendimiento sea mayor. Lo demuestra que en verano muchas empresas y organismos aplican horarios más racionales. Una práctica que podría extenderse al resto del año.

Vaciar las oficinas a las 18 horas como propone la ministra obligaría a repartir las tareas domésticas entre hombres y mujeres. También sería beneficioso para los niños y adolescentes españoles que se ha demostrado que tienen un continuo déficit de sueño. Por cierto, que los horarios del prime time de las televisiones también deberían adaptarse a estos nuevos modelos de vida.

Lo importante es que este tema que produce tanto rechazo en algunos sectores, vaya calando como la lluvia fina, entre quienes harán grandes cambios, los y las más jóvenes.

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