CORNADA DE LOBO
Botín es a Botines...
Mucho turista se admira casi más con la Casa Botines que con la Catedral, quizá porque aquí llegue ya bien servido de góticos o colegiatas y le cautive más contemplar las cuatro caras de esta casona tan rara que tiene foso con rejería de pinchos y que ahora puede verse también por dentro (con entrada nada barata si te la cobra un banco esquilmado que hubo de rescatarse con millonada pública indecente sin saberse si la devuelven o devolverán un día, pues dice el Guindos que no tiene mucha confianza en ello, tan pancho, qué gracioso).
El turista guiado sabe mejor que muchos leoneses que Botines es una de las tres únicas obras que Gaudí accedió a proyectar fuera de Cataluña (las otras dos, en Astorga y Comillas). Pero al turista urgido, Botines le sugiere una franquicia Disneyworld, cosa que da por cierta si se planta ante el palacio espiscopal de Astorga donde ya no lo duda y sólo espera que salgan desfilando de allí un príncipe, Blancanieves, los enanitos, Cenicienta en carroza... o Pluto con capa y solideo... el romanticismo del neogótico del XIX sigue siendo muy del gusto popular por lo que tiene de peliculero y soñador... y al genial Gaudí le gustaban las casas de cuento... y los caprichos.
Es obligada la visita al interior de Botines; Gaudí era tan exigente en interiores como en fachadas y aquí su equipo esmeró los detalles, aunque algunos espacios se desfiguraron por las últimas obras bancarias que indignaron a expertos de la Fundación Gaudí de Barcelona... la sala del consejo que metieron en el sotabanco va de regia, cardenalicia, y sólo la lámpara que iluminaba a aquellos linces del ahorro cazurro costó treinta millones de pesetas... ¿es una alegoría del río o nube de oro en la que mecía sus delirios y despilfarros una Caja que se puso de emblema un toro embistiendo cuando, en realidad, humilla la testuz ofreciéndose al descabello (es bisonte, dijo Crémer)?... algunas noches, un viejo consejero se sienta junto al bronce de Gaudí-Leopoldo Alas imitando a Álvaro de la Iglesia: «Botín a es Botines como cojín es a X... y nos importa tres X que envisquéis a los mastines».