La montaña sin barreras se rifa

ana Gaitero | león

Una barra direccional, una silla adaptada joëlette y mucho entusiasmo son los ingredientes del Club Pandetrave, radicado en el municipio de Sariegos, para hacer accesible el senderismo a personas con capacidades diferentes en una experiencia de integración con otras gentes aficionadas o que se acercan por primera vez a la montaña.

Hace ocho años, el club abrió los ojos a la montaña a personas ciegas y con deficiencia visual gracias a la incorporación de la barra direccional después de formarse en la Once con su inventor, Juan Antonio Carrascosa. Fue su bautizo como asociación dedicada a promover la integración de las personas con discapacidad en actividades de ocio y tiempo libre como el senderismo y el montañismo.

De esta manera, la provincia de León se convirtió en pionera en la Comunidad en abrir la montaña a las personas con discapacidad visual integradas en un colectivo de senderistas y montañeros y en formar a guías de apoyo para dirigir la barra.

Hace tres años la asociación se planteó el reto de incorporar a personas con movilidad reducida, después de algunas experiencias con personas amputadas y otros problemas físicos. Necesitaban una silla adaptada, una jolette, y no la tenían. Pero eso no les paró. Primero fueron a Soria y después a Burgos a buscar las sillas que les prestaron la Fundación de Patrimonio Natural y un Grupo de Acción Local en el municipio de Villadiego de Burgos.

Visto el éxito de las rutas, en las que participan de media seis personas con diversidad funcional, la Federación de Montaña de Castilla y León adquirió una silla adaptada que cede en usufructo al Club Pandetrave. Ya es insuficiente.

Este año, la II Ruta Inclusiva Montañas de Crémenes, que organiza la Concejalía de Cultura de este municipio y la Junta Vecinal de Salamón con la colaboración de Pandetrave, se ofreció a Aspace con tal éxito de respuesta que las tres sillas disponibles (dos se traen prestadas de Valladolid y Burgos) se quedaron más que escasas para atender todas las peticiones.

En el resto de las rutas, Pandetrave sigue el criterio de otorgar la plaza a las personas que más tiempo llevan sin salir. Pero vista la respuesta, «se hace necesario contar con alguna silla más en León», admite Marce Fernández, coordinador de actividades de Pandetrave. Sobre todo, después que en el Parque Nacional de Picos de Europa se hayan realizado con éxito varios cursos de formación para monitores bajo el soporte de esta institución. Pandetrave hace un llamamiento a las instituciones y en particular a la Diputación provincial para que se comprometan con el senderismo inclusivo con la adquisición de alguna joëlette más.

Las personas con discapacidad visual pueden disfrutar de las actividades que programa el club durante todo el año, pero para las personas con problemas de movilidad es la primavera la temporada idónea para ir de pasajeros de la joëlette. Se trata de «una silla especial que conducen dos personas formadas en la técnica y que permite acceder a casi cualquier sendero aprovechando los días con más luz y con una meteorología menos rigurosa», explica el club.

La programación de este año se inicia este domingo en Ávila con otro hito para el deporte de las personas con discapacidad. El Club participará en el campeonato regional de silla adaptada joëlette con la ‘veterana’ Silvia Lafuente y el equipo de voluntarios que la portearán por los 11 kilómetros, con 700 de pendiente, previstos para la carrera. «Es la primera competición de este tipo que se realiza en nuestra Comunidad y para el club es importante participar en ella», señala Pandetrave.

La carrera está organizada por la Federación de Montaña de Castilla y León (FDMSCyL www.fclm.com) con la colaboración de Pronisa Ávila y se trata de una competición exclusiva para este sistema de movilidad concreto y para personas con movilidad reducida. «La evolución en esta práctica es positiva ya que cada vez en más competiciones de montaña y carreras populares se puede ver como se abre la puerta a este tipo de modalidades», añade.

El domingo 28 de mayo, el Club de Montaña Pandetrave programa una actividad senderista en Vegacervera, «que servirá para que montañeros que aún no conocen el uso de las técnicas de movilidad para personas con discapacidad, se familiaricen con ellas de la mano de los más veteranos a través del trazado de una ruta».

Para el 3 de junio está prevista la II Ruta Inclusiva Montañas de Crémenes, que discurrirá desde esta localidad hasta el pie de la presa de La Remolina por la calzada romana. La actividad concluye en Salamón con una paella. Además de Aspace también ha sido invitada Asprona.

La concejala de Cultura de Crémenes, Nuria de Ponga, señala que han decidido repetir la actividad después del éxito del año pasado. «Era algo desconocido para nosotros, pero después de la experiencia y de ver la satisfacción de las personas que participaron, vimos que se podía repetir», apunta. La edil invita a participar a todo el municipio y a cuantas personas se quieran acercar el primer sábado de junio.

Si hace dos años el club fue el primero en lograr que la ruta del Cares fuese recorrida personas con movilidad reducida gracias al uso de sillas joëlette, marcando un hito en el Parque Nacional de Picos de Europa, esta temporada la legendaria caminata es de nuevo el plato fuerte de su programación. «Desde entonces ha habido muchas peticiones para volverla a llevar a cabo y dar la opción a nuevas personas con movilidad reducida para que conozcan esa popular excursión que transcurre entre paisajes tan hermosos y sobrecogedores», apunta el club. Esta ruta está prevista para el próximo 17 de junio.

Si la silla adaptada y la barra direccional pueden romper las barreras de la montaña para las personas con discapacidad, el elemento humano es esencial en esta tarea. El Club de Montaña Pandetrave subraya que el senderismo inclusivo que ha puesto en práctica en León es posible «gracias a la colaboración altruista de sus socios especializados, que constituyen un verdadero voluntariado social que no hace más que enaltecer los tradicionales valores de la montaña: el esfuerzo, la capacidad de superación y la solidaridad entre los que practican estos deportes».

Una barrera direccional hace accesible al senderismo a personas con discapacidad visual. GAITERO