Diario de León

La mala vejez del virus del VIH

Cada vez serán más y más mayores. Los pacientes portadores del VIH mayores de 50 años tienen otra serie de dolencias propias de la edad que les obliga a polimedicarse. La interacción de los fármacos con los antirretrovirales y la baja adherencia creará problemas añadidos para los que el sistema nacional de salud no está preparado

Un lazo rojo que simboliza la lucha contra la discriminación de los afectados por el sida.

Un lazo rojo que simboliza la lucha contra la discriminación de los afectados por el sida.

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cristina fanjul | león

El Hospital de León participa en un estudio que busca anticipar el escenario que habrá de afrontar la sanidad pública en menos de diez años. Y es que la inmensa mayoría de los pacientes portadores del virus del VIH han cumplido ya el medio siglo de vida, una característica que hará que el tratamiento de los pacientes sea mucho más complejo. «Creo que los expertos en VIH tendrán que aprender geriatría puesto que con la edad surgen dolencias cuya medicación entrará en interacción con la del virus de inmunodefiencia adquirida», destaca el doctor del Caule Luis Ortega, director en León de esta investigación. Y es que aparecen comorbilidades asociadas al envejecimiento, tales como la osteoporosis, la hipertensión o la diabetes que requieren una medicación específica. «Estas patologías de la edad influyen en el VIH y, al revés, el VIH también causa alteraciones en estas dolencias y lo hacen de manera negativa», precisa el especialista. Como dato de interés, precisa que en pacientes con más de 65 años, la polifarmacia se dispara hasta el 70%, con los riesgos asociados a ello.

La irrupción del virus

Y es que los primeros casos de sida comenzaron en los años ochenta, pero el desconocimiento del virus y, por lo tanto, la inexistencia de tratamientos hizo que la mayoría de los que se infectaran, muriera. En los noventa la mortalidad seguía siendo enorme. «No fue hasta el año 2000 cuando comienza a controlarse la infección y se vuelve crónica gracias a los retrovirales», manifiesta Ortega. Con esta progresión, llegamos a la actualidad, un momento en el que muchos portadores están en la cincuentena.

Uno de los problemas esenciales es que la adherencia a los medicamentos es baja y surgen más interacciones porque el esquema de positología cambia. «Hay más confusiones», alerta Luis Ortega que, sin embargo, tranquiliza al asegurar que, de momento no se ha producido ningún caso de portadores que hayan desarrollado la enfermedad. «El gran problema al que nos enfrentamos es que los resultados que hemos obtenido hasta ahora son la punta del iceberg», explica y advierte de que el sistema nacional de salud no está preparado para pacientes mayores con VIH. «Habrá que especializarse y tomárselo en serio porque el problema está aquí».

Según los datos, una tercera parte de pacientes están polimedicados —mas de cinco fármacos— y la mayoría de ellos lo es por problemas de depresión o ansiedad y dolencias cardiovasculares. Más de un tercio de pacientes presentan interacciones potenciales, y en al menos un 10% de los casos han encontrado con interacciones contraindicadas.

«La adherencia a los tratamientos es baja (no alcanza el 70%), tanto en el tratamiento antirretroviral como en los tratamientos concomitantes», asegura el especialista.

Luis Ortega subraya que los comportamientos disciplinados son propios de los pacientes más jóvenes, con una vida hecha a golpe de rutina, lo que genera que a la hora de tomar la medicación haya más orden. Añade que la polifarmacia se da más en mujeres, y en pacientes con problemas psiquiátricos y metabólicos y pone el énfasis en la necesidad de prestar especial atención a los que usan antiácidos, y antiepilépticos.

Estudio con pacientes de León

El estudio se denomina Prevalencia, factores asociados y complejidad farmacoterapéutica de la polifarmacia en pacientes VIH en España. En León continúa en marcha con más de 250 pacientes mayores de 50 años, que necesitan y necesitarán unos cuidados adaptados a su edad. En este análisis participa también la doctora del Caule Sonia Fernández. La infección por el VIH se ha controlado gracias a los antirretrovirales y a la asistencia sanitaria, por lo que se ha cronificado. Un estudio prevé que en pocos años la mitad de los infectados tendrá más de 50 años. Como resultado, los pacientes envejecen y se ven expuestos a las consecuencias de la edad: más enfermedades y más medicamentos. Además, al envejecer las funciones del organismo se deterioran y los efectos de los medicamentos suelen variar respecto a pacientes jóvenes. Esos factores pueden influir en los resultados de las terapias, tanto del VIH como de las otras enfermedades, y es probable que haya que abordar este hecho con modificaciones de los tratamientos, seguimientos específicos.

Y es que Luis Ortega sostiene que la forma como un paciente con VIH procesa los fármacos difiere del resto, con lo que habrá que analizar de qué manera ajustar las dosis. «El VIH se volverá una enfermedad más compleja y tenemos que estar preparados». El cuidado integral de estos pacientes implica el control de otras patologías crónicas emergentes. En este sentido, los médicos especialistas en el cuidado del paciente con infección por VIH juegan un papel clave. Su conocimiento en profundidad de las características del tratamiento antirretroviral combinado les permitirá minimizar el riesgo de aparición de problemas asociados a interacciones.

Los doctores Luis Ortega y Sonia Fernández, los especialistas que realizan la investigación. JESÚS F. SALVADORES

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