Mi caaaasa
Mi casa me la robaron anoche cuando dormía creyendo que eran de plata las tejas que la cubrían (solo estaban heladas y dentro nadie vivía)... ¿dónde estará mi casa?, ¿dónde estará mi casa?... donde quiera que esté... que en paz descanse.
La arquitectura popular de las tierras leonesas nunca tuvo entre los poderes quien la quisiera ni mucho ni poco ni nada, ni se dictaron normas o leyes que la protegieran, ni hubo planes o cuartos para salvar los últimos restos de un naufragio general, ni los dueños quisieron o pudieron mantenerlas, ni el negocio de la construcción quiso apostar por rehabilitar renunciando al mayor beneficio de obra nueva que ha plagado estos paisajes de adefesios y baraturas. Ese desprecio lleva coartada en el estúpido convencimiento de que sobra adobe y morrillo, sobra piedra vieja y humilde... como al tonto que le dijeron «se te cae la baba» y respondió «bah, tengo más».
Reza un titular en los papeles recientes: «1.700 firmas exigen que se proteja la arquitectura tradicional cabreiresa». «Uf, firmas en barra de hielo», dijo el político del ramo en sus ramas.
Es en La Cabrera donde resiste sin duda el mayor capital de arquitectura tradicional, que si se ha salvado en estimable parte, no ha sido más que por el despoblamiento y la miseria, porque en aquellos lugares donde llovieron duros de la minería pizarrera y devoradora, la masacre ha sido voraz; solo hay que echar un vistazo a La Baña, Truchas o San Pedro de Trones.
En la preservación de este patrimonio popular tienen vara (y obligación)los ayuntamientos, la diputación y la junta autonómica, estupenda trinidad para disculpar su inacción mirándose unos a otros sobre quién debería encargarse o tiene más competencias en el asunto o va el primero. También es cierto que nadie se lo exige en firme y que en los programas electorales de los partidos jamás se incluye intención o plan para resolver el insultante desamparo con que languidece esta hermosa y desbaratada herencia de casas populares a la que se añaden otras arquitecturas: palomares, bodegas, molinos, chozos, hórreos, majadas...