Son sus santos

Quiere Otegi, aunque vino después con vaselina, que se acepte como «normalización» el hacerse ongi-etorris, bienvenidas con fiesta, bulla, bengalas, banderas y colgaduras en calles y plazas, espacio público (preferible céntrico, que lo vean todos), en honor a cada preso etarra que salga de la cárcel y vuelva a su pueblo o a su piso o a donde les mande el comité o donde diga la política de resituación o el plan que pague la autoridad o el proyecto B de la lendakariza o las alcantarillas de Interior... fiestuki al txistu... y aún quedan 250 excarcelaciones, inacabable aurresku, pues advierte Arnaldo I el Pacificador que en todas y cada una de ellas se les dará acogida jubilosa con peña, cuetes, música, oficiantes, unas palabras encendidas y un sincero chorro de emoción patria para hacer llorar a más de tres; y habrá abrazos de chocarse orejas con solo Dios sabe qué cuchicheos, que la cárcel nunca fue un paso atrás, sino nuevo impulso.

Hacerle fiesta a alguien que asesinó y legitima el derecho a hacer daño es decir bien alto a todo el mundo «hubo que hacerlo», o sea, volveríamos a hacerlo. ¿Arrepentirse? ¡Y una polla!, dijo , ¿quién se avergüenza de contribuir a la gloria patria o de su madre?..Hasta 2003 unos 30.000 activistas fueron detenidos, de los que 8.172 fueron procesados/encarcelados como miembros de ETA. Eso son muchas familias, muchas casas de mártires donde se pone una vela al Dios euskaldún y dos al diablo Revancha. En cada una de esas casas -con lamparita- cuelgan retratos de héroes nacionales o gudaris muertos/presos; unos de la familia, otros de devoción popular; son sus santos ahí y en la ikastola. Y en cada calle, altares grafiteros, capillitas para el ojo matón; en cada balcón, voces de trapo como oraciones tibetanas al viento. ¿Cómo enmendar esos sentimientos? Imposible. Nos sobra, pues, tanta alharaca informativa e indignación airada que solo son coces contra el aguijón y darles una tonta importancia que han de dejar ya de tenerla. ¿Seguirán los ongi-etorri?. Vale, Sanjoderse. Pero tus fiestukis, en privado, Pachi, non fotis.