«Necesitamos más mujeres en la lucha leonesa»
MIGUEL ÁNGEL TRANCA
Beatriz Riaño suma ya, con 17 años, dos títulos consecutivos de la Liga de Verano. En diferentes pesos pero demostrando que es toda una número uno. Y como Moisés Vega, con Cistierna como lugar de nacimiento. Precisamente allí empezaba su trayecto en los aluches. «Desde que yo era bien pequeñina, mi padre nos hacía agarrarnos al cinto a mi hermano y a mí. Desde ese momento nos ha encantado la lucha; aunque realmente empecé a ir a entrenar a los 8-9 años. Mi primera competición fue una liga de equipos».
Su pasión por la lucha le viene de su padre. «Fue quien nos enseñó primero a mi hermano y a mi lo que era la lucha. Pero yo creo que la pasión es de cada uno. Es un deporte que se empieza a disfrutar practicándolo e incluso como espectador. Por eso que nuestra pasión por la lucha se debe a mi padre, Jesús Riaño, y a mi primer entrenador Héctor de Castro. Mi tío Ángel Riesco también fue luchador el cual ahora disfruta de la lucha de su hijo y sobrinos».
Un deporte que cautiva a diferentes generaciones, la suya incluida. «Es único. Ambos luchadores son oponentes que desarrollan un papel individual y donde entran en juego todas sus ‘mañas’ en el sentido de picardías para poder derribar a su oponente. Ya se ha demostrado que engloba maña y fuerza, aunque no necesariamente tenga que ser esta la más importante. A diferencia de otros deportes de lucha, la lucha leonesa es un deporte limpio, por el honor de los combates, el respeto al contrario, y a la vez es un deporte que se disfruta desde el centro del corro y desde el graderío. Por eso la limpieza de los combates, la espectacularidad de las mañas, la gestión del combate... Son tan solo característicos de este deporte autóctono del que debemos de estar orgullosos», precisa.
Su triunfo en medios representa, «un título importante, quizás porque es el reflejo de la constancia y el resultado de todos los corros de verano, algunas veces más merecido que otras, pero me alegro de haberlo conseguido», éxito que se suma, entre otros a al Campeonato provincial de 2014 en alevín de medios y la liga de verano de sénior femenino de ligeros en pasado año. Sobre la salud de la lucha es clara. «Actualmente se está luchando (nunca mejor dicho) por ella. En mi opinión, la lucha necesita ahora más que nunca ser más reconocida, más fomentada y más impulsada», y añade como posibles mejoras, «su enseñanza habitual en colegios. Todavía hay mucha gente que no conoce la lucha leonesa». Beatriz no se olvida de la necesidad de contar con una Federación propia «que vele por el futuro». Respecto a las mujeres y su presencia apunta que «el problema de la lucha femenina ha sido que ha contado con menos luchadoras, algo inviable cuando se trata de que la lucha adquiera mayor importancia, ya sea masculina o femenina. La lucha femenina necesita primero un mayor número de luchadoras, a las cuales hay que animar para que sean constantes, para que sea base de una lucha por la igualdad entre la lucha femenina y masculina».
Respecto al futuro, Beatriz considera que este pasa por «la fomentación de la lucha en León capital, donde, a mi juicio y a diferencia de los pueblos que han sido zonas más luchísticas, la lucha leonesa es una gran desconocida para mucha gente. Y lo más importante: la base de la lucha»