Diario de León

La Guerra Civil de una familia

Rafael Tarradas relata una historia familiar en ‘El heredero’, un relato de amor, coraje y lealtad

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josé carlos rodríguez

El escritor Rafael Tarradas nunca imaginó que a partir de las historias familiares que su abuelo le contaba sobre la Guerra Civil llegaría a publicar su primera novela, El heredero, un relato de amor, coraje, lealtad y supervivencia de «una época oscura en la que hubo gente que brilló», cuenta en una entrevista con Efe.

«En realidad es una gran novela de amor. De amor a la familia, de amor a la pareja», afirma Tarradas (Barcelona, 1977), que asegura que su obra no se centra en el conflicto bélico, sino en la gente que fue «llevada al límite durante la Guerra Civil» y que consiguió «brillar» y comportarse «con humanidad».

El heredero (Espasa) arranca varios años antes de la contienda y sitúa al lector en la masía de San Antonio, en Tarragona, una finca que pertenece a su familia en la actualidad y en la que Josefa, una niña de tan solo 7 años, entra para trabajar como criada.

El primer capítulo, a modo de introducción, le sirve a Tarradas para mostrar «las desigualdades tremendas» que había en España a comienzos del siglo XX, un «momento complicado» en el que el país era «una olla a presión» que estallaría años después con la Guerra Civil.

Tras la historia de Josefa, la novela avanza rápidamente hacia una segunda parte, la más extensa, en la que se narran episodios reales del conflicto bélico y en la que los protagonistas serán dos familias, los Marqués- Bultó y los Sagnier, que durante esos años viven en la finca y que tienen que enfrentarse a todo tipo de adversidades.

«El 80 % del libro es ficción y el 20% son historias familiares. Sin embargo, todo los episodios que cuento, la ambientación y los sucesos que ocurren son reales. Está todo muy documentado», explica Tarradas, que decidió recopilar las historias reales que su abuelo le contaba «para que no se perdieran».

Al comienzo solo imprimió diez ejemplares para regalárselos a su familia. Sin embargo, ante la alta demanda de amigos y conocidos subió su relato a la web para facilitar la descarga en línea y allí descubrió que mucha gente se había interesado. Luego vino la llamada de la editorial.

«Me llamaron y me dijeron muy mal se tenía que poner la cosa para que al día siguiente no me ofrecieran un contrato. Yo flipé», reconoce el autor.

El heredero debe su nombre al «hereu», una institución catalana muy común en aquella época que otorgaba los bienes familiares al hijo mayor para evitar la división del patrimonio de la familia.

Así, la novela centra su eje en la existencia de un hijo ilegítimo, el verdadero heredero de la masía, un rumor que se contaba en su familia para darle explicación a que la finca se llamara San Antonio ya que, según cuenta Tarradas, nadie se llamaba Antonio en la casa.

Con diferentes escenarios como Madrid, Barcelona, Puigcerdá, Teruel o la propia finca de Tarragona, Tarradas retrata las idas y venidas de personajes cuyas vidas dieron «un vuelco total». El ejemplo más claro el de los Sagnier, una familia que está tranquilamente veraneando en Puigcerdá y que al día siguiente se ve «cruzando una frontera en pijama» y «durmiendo en el suelo de una carnicería en Francia».

Además de las historias de su abuelo, Tarradas también utilizó cartas y diarios reales que encontró en un viejo baúl en la masía, con las que pudo completar una historia que según afirma «no es nada partidista».

«Tengo 42 años, no he vivido ni el franquismo ni la Guerra Civil. Mi familia luchó en un bando y en otro. Han pasado 80 años y ya tendría que estar un poco superado», relata el barcelonés, que considera que «hay que dejar atrás el rencor» pero no «las enseñanzas».

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