Diario de León

Que el Covid no eclipse la idea de que #DonarEsAmar

La pandemia mermó un 85% la extracción de órganos El Caule realizó el primer operativo en mayo Otros se descartaron por falta de UCI en el hospital receptor

León

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Juan Iglesias Llamas va a cumplir sesenta y cinco años el día de San Juan. Pero en octubre celebra otro cumpleaños muy especial. «Hace cinco años que me hicieron un trasplante de riñón. Me cambió la vida gracias a personas generosas», afirma.

A raíz de su enfermedad —empezó en prediálisis hace nueve años— decidió involucrarse en el movimiento asociativo para ayudar a otras personas. Actualmente es el tesorero de la asociación Alcer dedicada a promover las donaciones de órganos en León y que hoy se suma a la campaña #DonarEsAmar organizada por la Unión de Trasplantados de Órgano Sólido y la Organización Nacional de Trasplantes, con motivo del Día Nacional del Donante 2020. Como cada año, el primer miércoles del mes de junio tiene lugar en España esta jornada de sensibilización.

En esta ocasión, cobra un sentido muy especial debido a las consecuencias que la pandemia ha tenido para las donaciones de órganos. Desde que se declaró el estado de alarma se ha producido una caída del 85% en la actividad donante. En el caso de León, sólo se realizado una extracción de órganos, confirma la coordinadora de la Unidad de Trasplantes, Ana María Domínguez Berrot.

En la provincia
​Más de 300 personas dependen de la máquina de diálisis; muchas esperan un trasplante

En otras dos oportunidades que se presentaron no se llegó a realizar porque no había posibilidades de realizar el trasplante en el hospital receptor. «Muchos de los riñones que extraemos aquí de personas mayores van para Madrid y hubo un momento en que la falta de UCIs impedía hacer los trasplantes», explica.

Los casos confirmados de Covid-19 se descartan para las donaciones ya que se desconoce todavía si la enfermedad se transmite a través del trasplante. De hecho, señala Berrot, todas las personas candidatas tienen que pasar por la prueba del coronavirus para que se pueda realizar la extracción de órganos.

Día del Donante
​Este año el Covid impide celebrar el homenaje público a donantes y profesionales

«Si a esto le sumamos la falta de recursos que ha habido en los hospitales y en concreto en las UCIs debido a la saturación derivada de la pandemia, nos encontramos con que la actividad trasplantadora se ha reducido prácticamente a lo que denominamos ‘urgencia cero’, casos de vida o muerte que no pueden ser pospuestos», explica Alcer León.

La falta de movilidad redujo la siniestralidad y las hemorragias cerebrales que generan los casos más proclives a la donación. A Juan le cambió la vida el trasplante porque pudo desengancharse de la diálisis peritoneal. «Lo más duro fueron los cuatro años de prediálisis, por la dieta y la medicación. Pero te baja la filtración y tienes que poner remedio», explica.

Al cabo de este tiempo tuvo que pasar a hemodiálisis, durante dos meses, y casi otros cinco en diálisis peritoneal. Hasta que un día de octubre de 2015 «me llegó el aviso del trasplante. Fui a Valladolid y me lo hicieron», comenta. Una complicación por un coágulo en la vejiga prolongó su estancia en el hospital por un mes, cuando lo habitual son 11 días. La suerte es que todo va bien, con sus más y sus menos, pero sin el rechazo que sufren otras personas ante el trasplante.

Actualmente, en la provincia de León hay más de 300 personas en diálisis, en los diversos puntos de León, Ponferrada y Astorga. Muchas de ellas precisan un riñón para ganar en calidad de vida. La diálisis es un proceso que genera dependencia a la máquina y cansancio en el cuerpo. «La máquina te limpia en cuatro horas lo que el riñón hace en 24 horas en una persona sana», explica Juan Iglesias Llamas.

Su efecto principal es que genera mucho cansancio porque el corazón se tiene que forzar para seguir el ritmo de la máquina. «Tuve que dejar de trabajar cuando empecé. Primero porque dos veces a la semana estás en el hospital y fundamentalmente por el cansancio», explica el tesorero de Alcer.

«Debido a la actual pandemia por Covid-19 que todos estamos sufriendo, no podrá realizarse ningún homenaje presencial como el que se acostumbraba a realizar otros años en honor a los donantes y a los profesionales sanitarios que hacen posible que su generosidad se transforme en segundas oportunidades para otros», señaló ayer Alcer.

No obstante, han querido hacer un acto simbólico con las mascarillas que llevan el lema #DonarEsAmar para mostrar este agradecimiento a pesar de la situación que se vive aún con el Covid-19. La Unión de Trasplantados de Órgano Sólido (UTxs)

cree que «ahora es más necesaria que nunca la aportación para hacer que la sociedad en su conjunto esté concienciada de la importancia que tiene el acto de la donación», explican.

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