Diario de León
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Por muchos motivos, el enlace Aznar-Agag no es una boda corriente. Ni la nómina de invitados ni las cantidades económicas que se manejan están al alcance de cualquier familia española. Agasajar a más de 1.000 personas puede dejar una factura de unos 14 millones de pesetas sólo en el menú si se contrata a una empresa de restauración de renombre, como es el caso de José Luis. El menú preparado para la ocasión consta de aperitivos fríos y calientes que incluyen, entre otras delicias, jamón y lomo ibéricos, rollitos de salmón, «cruditées» de verduras, revuelto de hongos en tartaleta. Tras el cóctel, una ensalada de lubina con langostinos y perdiz estofada al aroma de frambuesa y un postre consistente en milhojas de almendras caramelizadas con crema de mascarpone y «mijnardises», además del clásico café y los licores. La carta de vinos se reduce a un blanco de Rueda, Viña Mocén cosecha 2001, tinto Pesquera de Ribera del Duero y los cavas de Freixenet y Codorniu. La organización preparó para la Reina una cena especial vegetariana. El precio del menú no se ha dado a conocer, pero se sabe que oscila entre los 80 y los 90 euros por persona (unos 14 millones de pesetas), sin incluir la orquesta y la animación musical. Para animar la cena se contrató al grupo sevillano «Siempre Así» y al cantante Tito Muñoz, que es amigo del novio. Claro que los regalos que reciben los contrayentes también están muy por encima de las posibilidades de cualquier pareja española media. Desde una cubertería de plata de 8.200 euros, obsequio de los ministros del Gobierno, hasta un televisor de similar precio, y unos sofás que rondan los 4.000 euros cada uno. La luna de miel es un secreto que guarda celosamente el novio. La propia Ana se enterará en el aeropuerto.

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