Diario de León

EN LA SOMBRA

Margarita Morais: «Eutherpe es una familia en la que los músicos se sienten felices»

Diario de León inicia, con la presidenta de la Fundación Eutherpe, una serie en la que salen de la sombra las manos derechas o equipos que hacen posible el día a día y los logros de personajes leoneses

Margarita Morais y su equipo de colaboradores. RAMIRO

Margarita Morais y su equipo de colaboradores. RAMIRO

León

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Un piano de mesa con pedal de madera de 1820, que perteneció a Amalia Mendizábal, bisabuela de Margarita Morais y heredera del mecenazgo de Quevedo, ha encontrado su sitio en un lateral del escenario de la sala Eutherpe, donde el piano moderno reluce con sus brillos negros. Las paredes de la sala están casi repletas de fotos. Se respira la solera, respeto y a la vez cercanía y calidez. Apenas un metro y medio o dos separa al público del quien toca. 

Más de 7.500 músicos de 51 países, además de España, han tocado en León gracias a Eutherpe. La fundación que preside Margarita Morais cumplirá sus primeros veinticinco años en 2024. Este faro para las nuevas generaciones musicales de toda Europa y allende los mares se asienta en una sólida roca: «Un patronato bien formado en lo cultural y en la gestión y un equipo de voluntariado y profesores que son el respiro para la organización de todas las actividades y la escuela de música», asegura.

«Somos una familia en la que los músicos se sienten felices y no estamos solos. Hay mucha gente que quiere cuidar el arte y la cultura en León», remarca.  Una familia diversa que se ha ido enganchando al proyecto por diversas vías, muchos a través de los conciertos, y que ayuda a cumplir desde León —para el mundo— la misión que los dioses encomendaron a la musa de la música. Porque Eutherpe toma su nombre de la hija de Mnemosina y Zeus, ‘la muy placentera’, ‘la de agradable genio’, ‘la de buen ánimo’.

Nacida en el valle cántabro de Iguña en 1945, Margarita Morais llegó a León en 1976 donde ha sido profesora de Música en el colegio de las Carmelitas. «Me siento muy a gusto en esta ciudad, me gusta el carácter serio del leonés, el cielo azul, el clima y la ciudad en la que casi todos nos conocemos y nos paramos por la calle», apostilla. Con Ängel Barja compartía su preocupación de que la música en España estuviera demasiado enfocada a crear solistas, lo que desembocaba en grandes rivalidades.  

En 1979 puso en marcha la Fundación Eutherpe. El equipo que la acompaña desde entonces, con los cambios propios del tiempo y a veces de las pérdidas —inolvidable es la huella de Miguel Ángel Nepomuceno— es la piedra de toque de una labor cuya proyección va más allá de los números, con ser descomunales. «Recuerdo que Teresa Berganza me dijo: ‘Margarita, ¿cuándo me vas a llamar?». Alicia de Larrocha, Joaquín Soriano, Bruno Aprea, Miguel Ángel Recio Crespo... Son muchos los nombres propios que han traído a León su música y su voz de la mano de Eutherpe.

No una, sino cuatro veces ha llegado Teresa Berganza a León para impartir su maestría y dejar volar su voz de la mano de la musa de la música. Joaquín Soriano, que es el vicepresidente de la fundación, ha participado en más una docena de ocasiones en los cursos que organiza desde el año 2000.

Sus alianzas
El patronato, el voluntariado y los profesores de música son la piedra de toque de Margarita Morais en Eutherpe

La sala de Eutherpe, en la calle Alfonso V, número 10, repleta de fotografías de artistas y maestros, de premios y reconocimientos da una idea del recorrido que tiene la labor en la fundación en León y que, en muchas ocasiones, trasciende sus paredes para ofrecer conciertos en el Auditorio de León, su otra gran casa gracias a la colaboración del Ayuntamiento de León.

Josep Mª Colom, Joaquín Achúcarro, Ana Guijarro, José Luis Turina, Paul Badura-Skoda, Elza Kolodin, Daniel Vega, Nuria Guerras, Guillermo González, Oaxana Yablonskaya, France Clidat... La lista de nombres con prestigio en la música que han dado sus puntadas con voz, cuerda o teclas en la Fundación Eutherpe es interminable.

«León es un reclamo por el cariño que hay por la música y que damos a los músicos», asegura Margarita Morais. ¿Cómo lo han conseguido desde una ciudad pequeña? «Les interesa para su curriculum decir que han tocado en España, en el Auditorio de León y Eutherpe es ya una firma de prestigio», añade.

El patronato está formado por Margarita Morais (presidenta), Joaquín Soriano (vicepresidente), Borja Quintas (patrono), María José Martínez (patrono) y Blanca Esther Cachero (secretaria) al frente también de la tesorería. Es la voz que clama por más donaciones y más apoyo institucional para la cultura en general en León y la labor de Eutherpe en particular.

Regalo de boda
María José Martínez  pidió donaciones para Eutherpe como regalo de boda. Sirvió para renovar la sala de conciertos

De la implicación que tienen las personas vinculadas a Eutherpe da idea el gesto que tuvo María José Martínez Iglesias, actual directora general de Seguridad en el Parlamento Europeo en Bruselas, cuando sorprendió a los invitados de su boda con una lista inusual: solo quería donaciones para Eutherpe. Con la recaudación se reformó la sala de de conciertos de la calle Alfonso V, número 10. 

Cuenta la fundación con más de un centenar de donantes que ayudan al sostenimiento con la cuota anual de 100 euros  y también con un extenso cuadro de honor que avala el prestigio de la fundación: Alfonso Aijón, presidente de Ibermúsica-España; Sulamita Aronovsky, pianista y profesora de la la Royal Academy of Music de Londres; Akiko Ebi, pianista japonesa; Bruno Aprea, director del Teatro de la Ópera Palm Beach de Miami; José Luis Turina, director de la Joven Orquesta Nacional de España; Franco  Scala, pianista fundador y director de la Accademia Pianística Aimol de Italia; la pianista Oxana Yablonskaya; los empresarios Pedro L. y Javier Morais; Enrique Loewe, presidente de la Fundación Loewe y hasta un jurista en la cúspide de la judicatura, Rafael de Mendizábal, que ha sido presidente de la Audiencia Nacional en dos ocasiones y magistrado del Tribunal Constitucional.

Todo suma. Apoyo económico, académico, prestigio y la importante labor de la logística de cada concierto. En la base, abriendo las puertas de cada concierto, vendiendo las entradas, cuidando a los artistas, repartiendo programas o haciendo fotos están personas como María Dolores García, una de las más veteranas, que se ocupa de cuadrar las fechas y ayudar a buscar los mejores vuelos o billetes para llegar a León. A su pluma se debe el primer artículo que sacó a la luz, en 1992, la figura de Margarita Morais en Diario de León. María Diez está detrás de la cámara que desde hace nueve años retrata los momentos  conciertos. «Las publicaba en Facebook y Margarita me fichó», comenta. 

Son leonesas y leoneses de diferentes ámbitos que han descubierto su pasión en Eutherpe y arriman el hombro para ayudar a la diosa de la música a cumplir su misión de «sembrar belleza y servir con humildad al mundo por medio del sonido, el silencio, el ritmo, la melodía y la armonía». Personas como María Amor Fombella, la experta en Palinología que descifró el origen del gallo de San Isidoro; Elías Soto, jubilado de la banca; la química Marisa Díaz Gabela y el físico Serafín Barrio. 

El equipo cuenta con otra pata colectiva muy importa. Se trata del profesorado que está al frente de la Escuela de Música. Rodrigo Suárez, Pablo Ramón Casas y Susana Barrios Villadangos, son los artífices de un modelo de enseñanza para niños y niñas que, en algunos casos, «pasan directamente a la formación superior» de los estudios de Música. Cuentan con el apoyo de un comité académico  de primera clase como son Giusseppe Devastato, Rubén Talón, Andrei Yaroshinsky y Andrea Turini.

Reclamo  en León
«Teresa Berganza me dijo una vez: ‘Margarita, ¿cuándo me vas a llamar para ir a León?» No una, vino hasta  cuatro veces

Hay algo más que sólo se puede palpar en el ambiente íntimo de los conciertos. «Los músicos explican al público lo que van a tocar, curiosidades que ayudan a comprender lo que se va a oír...». Es un ritual que cumplen con gusto, a pesar muchas veces de las dificultades que implica a veces la barrera de los idiomas. «Cuando la pianista Zoya Shuhatovich, profesora en la Universidad de Houston, vino a tocar a nuestra sala nos dijo que hacía tiempo que soñaba con ello porque participaba en muchos jurados y veía muchos concursantes que habían pasado por aquí y quería saber que era eso de la sala Eutherpe. No nos cobró nada». La cercanía y el cariño son otras de las claves del éxito. «Intentamos recuperar el ambiente primitivo de las salas de cámara donde los artistas hablaban con la gente; el fenómeno de los auditorios los ha alejado del público».

Nada menos que 98 conciertos ofreció Eutherpe en 2022 y con la programación de 2023 a toda vela ya está rellenando los huecos de 2024, un año en el que quieren marcar nuevos hitos. El próximo año la fundación cumple un cuarto de siglo, veinte años desde que en 2004 inició el curso anual para pianistas, directores y jóvenes orquestas, único en el mundo, 18 del festival de Maestros Internacionales, que se realiza en colaboración con el Ayuntamiento de León, y diez de la Joven Orquesta Leonesa (JOL). La galas lírica, que se inició en 2013, reunió en el escenario del Auditorio de León a más de 70 artistas para celebrar los 20 años de Eutherpe con un espectáculo dirigido por Marta Arce que incluía música de Mozart a Berstein, de la ópera al musical.

Margarita Morais con miembros del patronato de Eutherpe. DL

Margarita Morais con miembros del patronato de Eutherpe. DL

Habrá sorpresas para el 25 aniversario. Hay motivos para celebrar y mucho trabajo por delante, con la ilusión de que los apoyos sean generosos y la Casa Real acepte que los reyes acudan a alguno de los conciertos. Margarita Morais, que es Hija Adoptiva de León, Premio al Desarrollo Social y los Valores Humanos de Diario de León y Leonesa del Año por Radio León, también es miembro de la Real Academia de las Bellas Artes de San Fernando. Cada año, en el acto inaugural de todas las academias españolas, el rey Felipe VI recibe a una selección de académicos La leonesa fue una de las elegidas en el curso 2022-2023, como muestra la foto que cuelga en la sala Eutherpe.

Los jóvenes músicos y músicas, solistas, grupos de cámara, orquestas, bandas y coros que acuden a este faro de la música en León, no sólo no cobran sino que se costean el viaje y a veces hasta la estancia en el hotel. Por eso la fundación busca nuevos donantes con denuedo y recuerdan que el 80% de los 100 euros que se aportan son bonificados en la declaración de la renta. «Las instituciones oscilan mucho». El Ayuntamiento de León da una subvención de 10.000 euros, que siendo poco, dista mucho de la «pizca» que ofrecen la Junta de Castilla y León y la Diputación se implican. También cuentan con el apoyo del Inaem del Ministerio de Cultura desde hace 15 años. Proconsi acaba de firmar un convenio y se suma a los apoyos que ofrece Fundos con sus grabaciones y otras empresas leonesas. 

Con el Ministerio de Educación y Cultura tuvieron el proyecto Musae, desde 2015 a 2018, con la Comunidad de Madrid tuvieron una colaboración especial en 2017 con un ciclo de conciertos. La Fundación Eutherpe, que cuenta con una delegación en Valencia, ha recibido ofertas para salir fuera de León, «pero nacimos en León y aquí debemos estar», sostiene Margarita Morais. La musa de la música es ya leonesa.

«Se canta poquísimo y en la escuela ya no hay música, es una pena»

Entre el optimismo y las ganas de hacer que se encuentran al traspasar las puertas y el corazón de Eutherpe, también hay algún sonido de lamento. La expulsión de la música de la escuela, que priva al alumnado de una formación integral, es uno de los nubarrones incomprensibles para Margarita Morais. «Se canta poquísimo», añade. «La persona además de comer y vivir mejor, necesita otras cosas. No se vive solo de pan», remarca.

En este contexto y aunque el mundo ande muy preocupado por los problemas económicos, la labor de abrir el corazón de la gente con la música no se debe detener, dice con el tono dulce y animoso que caracteriza la voz de esta mujer. La música siempre se ha abierto camino. Incluso en medio de la guerra. Como demostraron en febrero los artistas ucranianos que pudieron salir —desde una zona menos castigada— para actuar en León. «Estaban sin luz, sin calefacción, pasando mucho frío y consiguieron un generador que les ha facilitado un poco la vida».

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