Diario de León

LIMPIAR SIN AGOTAR RECURSOS

Los detergentes y otros productos de limpieza ‘eco’ usan materiales respetuosos con el entorno, para evitar dañar el medio ambiente y a nosotros mismos

silvia

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León

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El primer uso es ya casi cuando te levantas. La rutina con la que empieza el día implica pasar por la mesa del desayuno y, después, limpiar la taza y los demás utensilios que se han empleado. Un poco de lavavajillas en el estropajo y listos para volver a ser usados. Los siguientes usos dependerán mucho de los hábitos de cada quien y de cómo se presente el día, pero rara será la jornada en la que no se emplee algún producto de limpieza.

Están por todas partes y los empleamos todo el tiempo. Será ese lavavajillas con el que se limpia la vajilla -o el que se eche en la máquina que encarga de hacerlo-, el oloroso friegasuelos que deja la casa reluciente o el detergente que garantiza que la colada salga fresca y libre de manchas. Son los productos a los que se confía el buen estado del hogar, pero cada gota no resulta inocua. Tiene un efecto directo sobre la naturaleza.

La preocupación por los efectos de los productos de limpieza en el medio ambiente ha ido en aumento en los últimos años. Un análisis de Mintel de 2021 reconocía que, aunque el porcentaje de compradores que se hacía solo con productos ‘eco’ de limpieza era todavía pequeño, la industria esperaba que un crecimiento: quienes ya habían probado estaban, de hecho, comprando más limpiadores verdes.

En la recta final de 2022, sus analistas ya señalaban que los compradores querían que se vinculasen sus productos con una visión más positiva de la salud y también con una estrategia más sostenible. «Las marcas que sean capaces de encontrar un equilibrio entre sostenibilidad y gestión de los gérmenes, mientras crean una experiencia de limpieza más disfrutable, tendrán el éxito mayor», señalaba entonces Jennifer White Boehm, directora de investigación de belleza, cuidado personal y hogar de la consultora.

Y, si todavía es difícil encontrar este tipo de productos en los supermercados españoles, las marcas que ofrecen alternativas más eco-responsables están emergiendo y son fácilmente localizables a un clic de distancia. «Cada día, los consumidores de productos de limpieza se están volviendo más conscientes y exigentes gracias a la mayor preocupación medioambiental», apunta Sara Climent, responsable del departamento de marketing de Jabones Beltrán, que señala que por eso piden «productos que estén alineados con sus valores de sostenibilidad y responsabilidad».

Crear un producto que sea realmente verde implica pensar en muchos factores. «Todo influye. Desde la selección y procedencia de las materias primas, pasando por el proceso de producción -sostenible a todos los niveles-, así como la selección del packaging y la generación de residuos», explica Climent. Su empresa lleva usando en sus más de 100 años de trayectoria como base la jabonería tradicional. Lo hicieron hace décadas cuando las lavadoras pusieron de moda otras propuestas y eso les permitió responder cuando, en la década de los 2000, notaron un cambio en el mercado. «Empezamos a ver que había una mayor concienciación medioambiental y que el consumidor exigía productos más respetuosos y con certificación», señala. Empezaron por detergentes y productos de cuidado de la ropa y, ahora, tienen ya una línea -Biobel- para muchas más áreas de limpieza.

Dar el salto a lo verde «tiene muchos beneficios», asegura Ferrán Aznar, CEO de Washaby, una ‘startup’ española que comercializa -fundamentalmente, por ahora, online- detergente ecológico. De entrada, estos productos responden a las mismas necesidades que los de los tradicionales. «Por muy ecológico que sea, si no limpia no lo voy a usar», reconoce Aznar, pero con otros añadidos. La forma de presentación de estos detergentes verdes evita la sobredosificación, por ejemplo. «Como toda la composición es orgánica, no hay microplásticos», asegura Aznar. No se puede evitar verter al alcantarillado los microplásticos que libera la propia ropa - a menos, claro, que se opte por comprar ciertas prendas-, pero sí se evita sumar los que aportan detergentes y suavizantes. «El suavizante es ultracontaminante», recuerda el responsable de Washaby. Además, los propios ingredientes de los productos tradicionales tienen efectos directos sobre los ecosistemas.

«Hay productos ecológicos que no lo son», advierte Ferrán Aznar, que invita a pararse a leer la etiqueta para confirmar que se está ante algo real. La composición debe ser realmente sostenible y respetuosa. También es importante que sean productos de proximidad: poco importa que un limpiador use ingredientes verdes, si su huella de carbono es altísima porque llega desde China».

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