Premios que alimentan la justicia social
La asociación Simone de Beauvoir recoge el galardón Luis Noé Fernández, de la Fundación Alimerka, en Oviedo
Las representantes de la asociación leonesa Simone de Beauvoir recogen el premio. GAITERO
Las ‘Simonas’, como son conocidas en León las «pioneras y decanas» en la atención a víctimas de violencia de género y sus hijas e hijos, recogieron ayer en Oviedo el premio Luis Noé Fernández de la Fundación Alimerka, junto a los otros dos galardonados de la décimo cuarta edición, la Fundación Vicente Ferrer y el Grupo de Investigación Nutrición para la Vida de la Universidad San Pablo CEU.
La Asociación Simone de Beauvoir, «pionera y deca señaló que los 15.000 euros del premio servirán para mantener el centro de menores que proporciona a las mujeres un recurso de conciliación para poder desarrollarse profesional y vitalmente. Este recurso es una de las tres patas de la asociación, junto con la casa de acogida, abierta en 1987, y el centro de día de atención integral para mujeres que precisan apoyo psicológico y social sin salir de sus casas.
«Desde hace unos años vivimos en un equilibrio inestable porque carecemos de fondos propios» y «nos servirá para hacer algunas reformas y continuar manteniéndolo», señaló la trabajadora social, Susi Blanco. Junto a la presidenta, Encina Gutiérrez, y una representación de trabajadoras y socias de Simone de Beauvoir, destacó «la responsabilidad social de una empresa que pone en el centro a las personas». El premio, añadió, es un espaldarazo a los valores de
«igualdad, no violencia, inclusión y solidaridad y un reconocimiento a una trayectoria».
Antes de la entrega de estos Premios, Antonio Blanco, director de la Fundación Alimerka, ha destacado que, con estos Premios, la Fundación Alimerka «quiere reconocer el trabajo de personas, equipos y organizaciones que trabajan en el ámbito de la alimentación desde todas sus ópticas. Desde la mirada científica de la Nutrición, pero también desde el otro extremo; el de la asistencia alimentaria, y la lucha contra el hambre y la malnutrición».
Los premios han contado en el jurado con académicos de la Universidad de León como el catedrático Jesús Santos Buelga, que ha entregado el premio a Gregorio Varela, del grupo de investigación Nutrición para la Vida, y Camino González, del departamento de Bromatología y Nutrición.
Gregorio Varela destacó que «comer y beber es la actividad diaria que más hacemos en la vida», que sumará en cada persona una media de 80.000 momentos de consumo a lo largo de la existencia, por lo que reivindicó «educar para que la decisión alimentaria sea lo más correcta posible».
Catedrático de la Universidad San Pablo CEU y presidente de la Federación Española de Sociedades de Nutrición denunció que es «intolerable que haya incrementado el hambre en el mundo», al igual que dijo rebelarse «para que no perdamos nuestros legados de dietas tradicionales como la mediterránea y la cantábrica». Varela reclamó conservar «el patrimonio gastronómico de los sabores que hemos heredado gratis» y costumbres como comer en compañía. «Cuando compartimos salimos ganando», señaló para advertir que «en las personas mayores, la soledad no deseada aumento del riesgo de malnutrición un 30%».
Los premios de la Fundación Alimerka cumplen 14 años y suman 29 galardones. La Fundación Vicente Ferrer, otra de las premiadas en esta edición, celebra en enero 54 años desde que llegaron a la India el fundador y su esposa, como recordó Moncho Ferrer, uno de sus tres hijos y motor de la fundación. Una labor que llega a 4.000 pueblos y tres millones de personas, «cifras pequeñas en la India», dijo, y que comenzó con centros de nutrición en Anantapur para atajar el hambre. La fundación, que cuenta con 752 personas y entidades colaboradoras en León, extiende ahora su acción a Nepal y Sri Lanka. «España no sabe lo que ha hecho allí», señaló citando a su padre.