Diario de León

«Mientras tocábamos a nube atropaban piedras»

Neo Castañeda relata la costumbre de tocar las
campanas la noche del 31 de enero, que se renovó
anoche, para conjurar al renubero en Fresno de la Vega

Neo Castañeda, de 86 años, anoche al campanario de Fresno de la Vega antes de comenzar el tente nube.

Neo Castañeda, de 86 años, anoche al campanario de Fresno de la Vega antes de comenzar el tente nube.RAMIRO

León

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Las campanas sonaron anoche en Fresno de la Vega con el majestuoso toque de tente nube. La costumbre de subirse al campanario la noche del 31 de enero para espantar al renubero y proteger la huerta más fértil del norte de España se mantiene en este pueblo de la vega del Esla de generación en generación. Cuenta la tradición que el renubero, un ser mitológico popular, fabrica la piedra (el granizo) que amenaza a los sembrados hasta su cosecha por lo que trataban de conjurarlo con el toque de campanas. Neo Castañeda, de 86 años, sube al campanario desde que era un chaval. «Subíamos 15 o 20 mozos, ahora quedan cuatro chavales», lamenta aunque valora el tesón que ponen las nuevas generaciones y dice que lo hacen bien.

El toque de campanas convocaba al pueblo hortelano. «Mientras tocábamos a nube atropaban piedras, las guardaban en los bolsillos, las llevaban a casa y las ponían en las tierras contra la nube». Si funcionaba o no, ¡quién lo sabe!, lo importante, dice, es que «era una costumbre». «Es una tradición del pueblo que aunque no tenga la función, es bonita y hay que mantenerla», dice José Prieto. Mucho tiene que ver la asociación Fraxino en que no se perdiera.

De antaño se recuerda que los mozos subían con vino y viandas y pasaban la noche tocando las campanas con brío. A la amanecida tomaban el chocolate, comenta el señor Neo. «Aprendí de los que eran más mayores como Antonio Bodega», señala el octogenario. Un puñado de jóvenes como Héctor de Paz, Diego García Carpintero y José Prieto, con 17 años, junto a Miro Prieto, Miguel Ángel Miguélez, Álvaro Carpintero y la más pequeña, Aroa, con su padre... y hasta el alcalde tañeron los bronces anoche para que el renubero no pueda fabricar la piedra que tanto daño puede hacer a la huerta y los sembrados.

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