Empieza a decrecer el número de muertos y nuevos casos de neumonía asiática en China
La epidemia del Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SARS), que paraliza China desde hace un mes, parece estar decreciendo después de que el ministerio chino de Sanidad diera por quinto día consecutivo la cifra más baja de nuevos casos y muertos, 28 y dos respectivamente. Las dos muertes se produjeron en Pekín, donde, por otra parte, se han registrado sólo 17 nuevos casos , la cifra más baja desde que a mediados de abril las autoridades municipales empezaron a informar de las primeras cifras creíbles sobre el estado de la situación. En los peores momentos de la epidemia, se informaba diariamente de un centenar de nuevos casos. La alarma social creada entonces coincidió con una paralización total de las actividades sociales de la capital y el regreso de una gran parte de la comunidad extranjera a sus países de origen. El 85% de los estudiantes extranjeros que estudia chino mandarín en las universidades capitalinas, las mejores del país, decidió volver a sus hogares, informó ayer la agencia estatal de noticias Xinhua. Los estudiantes, que en China se alojan en dormitorios universitarios dentro de campus cerrados, han sido uno de los colectivos más afectados por las cuarentenas impuestas por las autoridades locales para prevenir la expansión de esta enfermedad, cuyos primeros síntomas coinciden con los de la gripe. Si bien la mayoría de establecimientos de ocio siguen cerrados y se han anulado o pospuesto casi todas las reuniones económicas, políticas y culturales de la ciudad, este fin de semana los restaurantes con terrazas presentaban un aspecto bullicioso gracias al buen tiempo. En total, en la capital china han fallecido 146 personas por neumonía atípica y se han infectado otras 2.462, mientras que la cifra se eleva a 284 víctimas mortales y 5.233 casos en todo el país. Hasta ahora, 2.077 personas han sido dadas de alta de los hospitales tras haberse recuperado totalmente de la enfermedad, cuyo primer caso se dio en la provincia meridional de Cantón a mediados del pasado noviembre, coincidiendo con la toma de posesión del nuevo Ejecutivo liderado por el presidente chino, Hu Jintao. Aunque expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalaron este fin de semana que la epidemia, que ha afectado a una treintena de países de cinco continentes, parece estar bajo control en gran parte del mundo, mantienen una cauta reserva sobre China. Pekín y la OMS coinciden en que el punto débil del gigante asiático es el mundo rural, donde a pesar de que se han dado sólo el 6 por ciento de los casos, un eventual avance de la epidemia supondría un desastre sin precedentes. El sábado, la OMS incluyó a la provincia rural de Hebei, vecina a la capital, dentro de la lista de lugares a los que es recomendable posponer cualquier viaje.