Obesidad, tabaco y alcohol centran la campaña por la salud europea

Las autoridades sanitarias europeas están empeñadas en una campaña para promover entre los ciudadanos hábitos de vida sanos que tiene en la lucha contra la obesidad y el abuso del tabaco y del alcohol sus principales objetivos. El tabaquismo causa cerca un millón de muertes anuales en Europa, el continente con una mayor tasa de consumo de alcohol per capita en el mundo, mientras que la obesidad afecta a un 25% de los adultos europeos, con una incidencia creciente en los niños. Para hacer frente a esta situación los ministros de Sanidad de la UE, reunidos en el Palacio Marino de Milán, presentaron ayer en la conclusión de su consejo informal las líneas maestras de una campaña a nivel europeo para combatir hábitos perniciosos para la salud y que tienen un fuerte impacto en los costes sanitarios. La promoción de un estilo de vida saludable debe comenzar en el entorno escolar y familiar, mientras que los jóvenes son muchas veces confundidos por una publicidad agresiva que les incita a imitar a modelos sociales equivocados. Según las conclusiones presentadas ayer, la lactancia materna durante los primeros seis meses de vida del bebé es un factor esencial para su crecimiento y protección frente a las enfermedades. La práctica de una actividad física moderada, como el caminar a paso rápido entre 30 y 60 minutos al día es otra de las costumbres que se desean difundir entre los ciudadanos europeos. La reunión a nivel ministerial ha sido precedida esta semana en Milán por una conferencia de expertos europeos bajo el lema «Estilos de vida sanos: educación y comunicación», cuyas recomendaciones han servido como documento de trabajo para los participantes. La ministra española de Sanidad y Consumo, Ana Pastor, aseguró que es necesario coordinar acciones más efectivas por parte de los socios comunitarios de programas «que tengan impacto en la salud de los ciudadanos», que consideró una cuestión prioritaria. Según los últimos datos de su departamento, en España son fumadores el 34,4 de la población mayor de dieciséis años, un porcentaje elevado pero que ha disminuido con respecto a 1997.