Los piojos nos atacan de nuevo

Co nviene recordar que los piojos sólo se transmiten entre humanos, no desde los animales al ser humano, ni nosotros se los pasamos a ellos, pues son específicos por especialización. En contra de lo que se cree pueden aparecer en cualquier época del año y aunque parasitan más fácilmente los cabellos finos y claros, y más frecuentemente en mujeres y niños. no distinguen nivel cultural, ni socio-económico, ni edad, ni sexo...a todos nos puede tocar. Hay que desterrar el tópico de que son consecuencia de la mala higiene. No saltan -sí de un niño a otro en contacto muy cercano- ni vuelan, simplemente pasan de unos a otros por contacto directo y por contacto con diferentes materiales: peines, cepillos, sombreros, bufandas y otras prendas. Por ello cada uno deberá usar sus propios elementos de higiene, teniendo especial cuidado en las guarderías y colegios en los que se usan los mismos utensilios de higiene y aseo para todos los niños. Esto, unido a la cercanía en la convivencia -con constantes contactos- facilita la transmisión y propagación dando lugar a pequeñas epidemias. Fuera del cuero cabelludo pueden vivir 24 horas, o más en condiciones óptimas para ellos (incluso varios días, aunque no es lo habitual) En el agua -piscina- también pueden sobrevivir y contagiar. Si aparecen debe de ser comunicado al colegio y a los centros donde el niño acuda habitualmente, con el fin de atajar la epidemia lo antes posible. Tiene que desaparecer esa tendencia absurda a ocultar el problema por miedo a que se piense en una mala higiene y por la mala «prensa» que tiene el piojo. Se produce picor intenso por la picadura. Sólo pensar en ellos produce la curiosa sensación de picor y hormigueo en el cuero cabelludo. Posiblemente le está pasando a usted en este momento y sienta unas irreprimibles ganas de rascarse. En ocasiones, como consecuencia del rascado (que se debe evitar) se produce una infección secundaria (impetiginización) pudiendo aparecer fiebre y ganglios. Los cabellos se vuelven deslustrados y secos, feos. Lo que se observa a la exploración son las liendres, siendo muy difícil ver al pedículo adulto (al piojo propiamente dicho). Las liendres se sitúan a 0,5 cm. de la superficie del cuero cabelludo, por lo que el corte de pelo, tan deseado y utilizado como remedio, no sirve, pues únicamente facilita la realización del tratamiento, al ser más fácil aplicarlo. Sólo el afeitarlo totalmente eliminará aquello que esté pegado al pelo (piojo o liendre). Se localizan sobre todo en la zona de la coronilla y detrás de las orejas. También pueden parasitar las pestañas y aquí los tratamientos con insecticidas son muy peligrosos por su toxicidad. Como hemos comentado anteriormente también contagian los objetos, por lo que hay que lavar todo con agua y jabón, así como pasar el aspirador por suelos, edredones, etcétera. Lavar las sábanas y ropa con agua caliente (55º durante 20 minutos) y, si se puede, secarlos en secadora a alta temperatura.