A caballo entre Papá Noel y Villares

Con sus virtudes y defectos, la Navidad y todo lo que conlleva sigue monopolizando la vida social en la provincia. La Robla y Villares de Órbigo son dos ejemplos de que, pese a todo, las fiestas -de ayer, de hoy y de siempre- representan un buen momento para, por lo menos, divertirse y olvidar el mundo real por unos días. Papá Noel en La Robla Los niños de La Robla están disfrutando de un amplio elenco de actividades durante las fechas navideñas. Hasta el próximo día cinco de enero, podrán asistir a las sesiones de cine en la casa de la cultura, si bien ya han disfrutado de conciertos, teatro, talleres y otras actividades que se vienen desarrollando en la capital roblana. La Navidad siempre es un buen momento para fomentar la cultura. Por si esto fuera poco, el personaje conocido como Papá Noel recorrió las calles de la localidad en una carroza a caballo, donde los más pequeños animaron a los vecinos con cánticos de villancicos populares. Por una ocasión, el personaje abandonó a Rudolph y al resto de los renos. En los próximos días, el Papá Noel dejará paso a los siempre queridos Reyes Magos, que nunca fallan, pese a la forzada pujanza del ciudadano de Laponia. El mantequero Los vecinos de Villares de Órbigo recuperan de nuevo la tradición de festejar a su patrón Santiago Mantequero en la fiesta de invierno, igual que como se hacía en la localidad hace muchos años. La celebración giraba entonces entorno a la perolas de hierro o cobre en las cuales se fundían las mantecas del cerdo. Con la manteca fundida se preparaban unas tostadas de pan de hogaza que comían juntos y en armonía todos los vecinos en las eras del pueblo. Este año, también se dio de merendar a los niños del pueblo en el salón por la tarde, pero antes, durante la mañana, hubo una misa en honor al patrón Santiago y a continuación se le sacó en procesión por las calles del pueblo, siempre llena de vida en estas fechas señaladas. El ayuntamiento de Villares de Órbigo colaboró -con su alcaldesa, Rosa María García, a la cabeza- organizando la celebración de esta fiesta de invierno en honor a su patrón Santiago y donando la cantidad de 360 euros, que nunca vienen mal. Y, como novedad, para esta ocasión y con el importante patrocinio de la Junta de Castilla y León, a las 20.00 horas tuvo lugar en el salón del pueblo la actuación de la Coral Escarcha. La jornada finalizó con el baile del que disfrutaron todos los presentes en la medida que pudieron, como es habitual en estas ocasiones.