Besitos de chocolate

Con sus características trenzas de colores muy vistosos y con ganas de pasar una tarde divertida con «sus» niños de León llegó a la ciudad la cantante Lucrecia. El carnaval infantil estuvo amenizado con el ritmo y la fuerza de la artista cubana que hizo bailar a los más pequeños al son de sus canciones. Pero además, Lucrecia demostró su lado más dulce y amable cuando explicó a los medios de comunicación sus teorías para educar a los niños, ahora sus más fieles seguidores desde que presenta el programa de televisión Los Lunnis. «Los niños son como esponjitas, absorben todo lo que les rodea, por lo que deben recibir ternura y amor, y hay que ir educándolos poco a poco», explicó Lucrecia. La cantante, que es madre de un pequeño de dos años y está muy sensibilizada con el mundo infantil, denunció la falta de producción de canciones para niños, que últimamente escuchan canciones de mayores e incluso se saben sus letras. Según Lucrecia, es necesario que los niños escuchen canciones hechas para ellos, ya que los niños tienen que ir resolviendo problemas de su edad. «El desamor y otros temas que tratan las canciones para mayores ya tendrán tiempo de vivirlos», dijo. La cantante cree que precisamente las canciones de Los Lunnis tienen tanto éxito «porque van dirigidas especialmente a los más pequeños». Lucrecia está muy metida en el mundo infantil y por este motivo a su faceta de cantante hay que añadirle la de escritora. El próximo día 23 de marzo se presentará su libro de cuentos Besitos de chocolate , un recopilatorio de relatos que a ella le leían sus padres de pequeña en su Cuba natal y que ahora es ella la que lee a su bebé. «Con este libro quiero que los padres tengan un momento del día para compartir con sus hijos, leyéndoles aquellos cuentos que ellos mismos conocen desde su infancia», explica la cantante. Pero Lucrecia también sacó en León su lado más reivindicativo al hacer referencia a la nominación a los Óscar de la película Balseros, del director Carlos Bosch y de la que Lucrecia ha compuesto la banda sonora. «Todos los emigrantes están reflejados en Balseros. Esta película es también un poco mi historia. Mi llegada, mi inmadurez en el exilio, mi madurez como persona y como cantante durante estos años», explicó muy emocionada la cantante cubana. Confiesa que echa de menos su país, pero cuando sale al escenario parece que se le olvida, y solo piensa en sacar de los más pequeños una sonrisa y muchos aplausos al son de Nos vamos, a la cama, Los niños y los Lunnis...