Paso histórico, pero insuficiente

El protocolo para la reducción en un 5,2% de los gases que causan el efecto invernadero que conduce al cambio climático, principalmente el dióxido de carbono, fue firmado por la comunidad internacional en Kioto en 1997. Sin embargo, para su entrada en vigor es necesario que sea ratificado por un mínimo de 55 países y que entre ellos sumen el 55% de las emisiones de los países más desarrollados, algo que todavía no ha ocurrido. Hace tres años años, el acuerdo sufrió un golpe que parecía definitivo, cuando Bush anunció que Estados Unidos, país causante del 36% de la contaminación mundial, renunciaba a suscribirlo. El empeño de la UE, donde el protocolo forma parte del ordenamiento jurídico desde el pasado mes de marzo y, por tanto, es de obligado cumplimiento, es lo que ha permitido hasta ahora mantener la esperanza de que sea algo más que papel mojado. Pero para ello era necesario que lo ratificase Rusia, que hasta ahora mantenía una actitud dubitativa y cambiante. La decisión tomada ayer por la Duma es un paso histórico que permitirá que el compromiso sea efectivo a partir del próximo año. Pero la medida todavía será insuficiente y serán necesa-rios nuevos acuerdos para atajar el problema. El compromiso mundial es de reducir los niveles de gases en un 5,2% hasta el 2012, tomando como referencia las emisiones emitidas en 1990. El reparto es desigual, ya que la UE hará un esfuerzo mayor al disminuir sus emisiones para este período en un 8%. España no sólo no deberá reducir, sino que puede aumentar sus emisiones hasta un 15%.