Un belén para derretirse

¡San José bendito. Ya se armó el belén! En el tiempo que le queda entre gol y gol, que últimamente es bastante, David Beckham aprovechó un viaje a Inglaterra para echar un vistazo a su apartamento y, de paso, para quedar inmortalizado, aún más, en el museo de figuras de cera de Madame Tussaud, en Londres. El futbolista, que siempre acepta de frente los máximos retos, hace de san José y su esposa, la ex Spice Girl Victoria Adams, se ha convertido en tierna María. La famosa pareja ocupa el centro del heterodoxo nacimientomientras sobre sus cabezas revolotea un ángel que no es otro que la cantante pop australiana Kylie Minogue. No sin cierta ironía, -según anotan las agencias-, para los tres Reyes Magos se ha elegido las figuras del presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, su firme aliado en la guerra de Irak y primer ministro británico, Tony Blair, y el príncipe Felipe de Inglaterra, esposo de Isabel II. Como inverosímiles pastores -que no aparecen en la imagen que acompaña estas líneas- figuran tres actores, el británico Hugh Grant, vestido de árabe con cofia incluida, el comediante Graham Norton y el actor Samuel L. Johnson. El famoso museo londinense, modelo de otros que han surgido en distintas ciudades del mundo, fue creado por la francesa Marie Grosholz (1761-1850), más conocida como madame Tussaud. La joven Grosholz ayudó a un médico también francés llamado Philippe Curtius a modelar en cera a personajes célebres de la época, entre ellos el filósofo Voltaire, además de las víctimas de la guillotina. Tras heredar las figuras de cera de Curtius, madame Tussaud viajó a Inglaterra, donde llevó una vida itinerante hasta lograr en Londres un hogar permanente para su colección. Coincidiendo con la inauguración del belén se ha sabido que el mayordomo de los Beckham, John Giles-Lardin, y su mujer Nikki, que cuidaba de los niños, han dimitido a causa del estrés. No es de extrañar. Estremece pensar en las decisiones matutinas que tiene que tomar: «John, ¿what car me pongo hoy? ¿el Ferrari, el Aston, el Jaguar o el Benthley?». No obstante, el mayordomo dirige sus dardos especialmente hacia Victoria a la que no duda en acusar de «negrera» y de «histérica». Algo habrá pero lo cierto es que ha escogido mal momento porque la imagen de Victoria irradia un candor invulnerable. Nadie le va a creer. Y es que la pareja está para derretirse. Sólo les falta acunar al adolescente global, niño de marca. Su mejor y más perturbadora creación.