Las Lagunas de Villafáfila serán declaradas Reserva Natural

La protección de Las Lagunas de Villafáfila se remonta a 1986 cuando fueron declaradas Reserva Nacional de Caza para, un año más tarde, ser designadas Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). Ocupan una superficie de 32.682 hectáreas y engloban dos ecosistemas de gran importancia, la estepa cerealista y el sistema lagunar salino, incluido desde 1989 en el Convenio Internacional Ramsar de Protección de Zonas Húmedas. El 1992, la Consejería de Medio Ambiente incluyó estos humedales en la Red de Espacios Naturales de Castilla y León y se inició el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN). Ahora, doce años más tarde, están a punto de ser declaradas Reserva Natural, una figura de protección que no afectará a las actividades tradicionales agrarias de la zona puesto que, según se recoge en el PORN, no sólo es permisible sino deseable la permanencia de los valores agrarios del espacio natural dado que sus características están asentadas sobre un ámbito de eminente vocación agraria. Entre las medidas contempladas para el mantenimiento de las prácticas agrícolas destaca la conservación de los cultivos de cereales y barbechos, el aumento y mejora de los pastos, la creación de linderas naturales y la preservación de la alfalfa de secano. Así lo ha anunciado el director general de Medio Natural, Mariano Torre, en el transcurso de una jornada técnica sobre la avutarda común, organizada por la Consejería de Medio Ambiente y la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife), con la que se cerraron los actos que conmemoraron su declaración como «Ave del Año 2004». La distribución de la avutarda se reduce a Portugal, algunos países de Europa central y del este, Turquía, Rusia y Asia y, especialmente a España, que cuenta con más del 50% de la población mundial. Castilla y León tiene más de 400.000 hectáreas de ecosistemas esteparios incluidos como ZEPA en la Red Natura 2000, que albergan más de 10.000 ejemplares, el 89% de la población regional y 30,1% del total del planeta. Además, la estepa cerealista tiene la densidad de individuos más alta del mundo (con más de 2.000). Amenazas No hay que olvidar que la avutarda es una especie mundialmente amenazada que sufre de forma grave los cambios de su hábitat agroestepario motivado por la progresiva intensificación de la agricultura durante las últimas décadas (implantación de regadíos, abandono de prácticas extensivas tradicionales, roturación de pastizales naturales o pérdida de barbechos de larga duración). Una situación que se agrava, además, por la expansión urbanística, la recalificación de suelos rústicos, la proliferación de infraestructuras viarias y la colisión con tendidos eléctricos, a la que se añade el furtivismo (cada vez menos), ya que está prohibida su caza. Sin embargo, los Planes de Gestión desarrollados en estas zonas y los programas Life destinados a preservar el hábitat de la especie han permitido que las poblaciones de avutarda en Castilla y León tengan un estado de conservación favorable.