Un total de 1.295 vehículos han sido quemados y 312 personas detenidas en Francia durante la noche del sábado y la madrugada del domingo.
Es la undécima noche con disturbios en los arrabales de las grandes ciudades.
Los restaurantes, sobre todo de multinacionales, también han sido objeto de ataques como este McDonalds de Cobeil.
Los hechos más graves se produjeron en el barrio de la Madeleine donde cuatro policías municipales han resultadi heridos durante enfrentamientos con un centenar de jóvenes.
La violencia urbana ha dejado en varios barrios de la periferia de París 165 incendios de vehículos, según una fuente policial, que constató sin embargo que la noche era, «por el momento, mucho más calma».
Los incendios de vehículos fueron los principales incidentes de la violencia urbana, así como «el apedreamiento de autobuses, de los bomberos y de las fuerzas del orden».
Unas 20 personas han sido detenidas en relción con los actos violentos.
La ola de violencia comenzó hace siete días, en la comuna de Clichy-sous-Bois (noreste) luego de que dos adolescentes de origen musulmán murieran electrocutados tras haberse refugiado en una estación eléctrica.
Las autoridades francesas niegan que hubiera habido una persecución que provocase el suceso y que se trate de un caso de xenofobia.
La opinión pública, que ha criticado duramente al pimer ministro Villepin, ve la violencia en las calles como la respueta directa a la política férrea de control en la capital francesa.
La tensión sigue aumentando en la periferia más degradada de París.
Por séptima noche consecutiva, estallaron disturbios en diversas localidades con una violencia mayor aún que en las pasadas jornadas.
40 jóvenes consiguieron penetrar en una comisaría cerrada, desvalijarla y destrozar el mobiliario.
En La Courneuve, otra localidad con dificultades, los antidisturbios (CRS, en Francia) sufrieron dos disparos con balas reales.
Esta ola de violencia nació en Clichy-sous-bois, otra localidad del departamento, tras la muerte accidental de dos jóvenes cuando se creían perseguidos por la Policía.
El abandono de estos barrios, el paro, la marginación y la delincuencia, explotaron en forma de enfrentamientos contra la Policía y de vandalismo.
Las fuerzas del orden han conseguido detener a 15 personas que participaron en los enfrentamientos.
En otros pueblos del departamento, como Tremblay, Livry-Garan o Sevran, también ha habido duros enfrentamientos entre grupos de encapuchados y la Policía.