Quieren fabricar ordenadores baratos para los escolares del Tercer Mundo

Nicholas Negroponte, uno de los gurús de la era digital, y el Massachusetts Institute of Technology impulsan un proyecto para fabricar un ordenador de bajo coste para los países en vías de desarrollo. Se trata de una idea antigua, que no ha podido verse plasmada hasta el momento porque la industria centra sus objetivos en la innovación y en mercados que proporcionen más rentabilidad. "Un portal para el Niño" (One Laptop per Child, en inglés), tiene el apoyo de varios países y empresas digitales, y según han calculado, por menos de 90 euros es factible fabricar un PC portátil de bajas prestaciones para ser repartido por los gobiernos entre sus escolares. Hasta el momento, se ha alcanzado a un acuerdo con China, Egipto, India, Tailandia y Sudáfrica, y se cuenta con la colaboración de Advanced Micro Devices (fabricante de chips), News Corporation (editora multimedia), Red Hat (herramientas Linux), BrighStar (electrónica) y Google (Internet). Según ha manifestado Negroponte, se trata de un proyecto educativo de código abierto parecido a los sistemas Linux (sistema operativo gratuito con un código abierto que puede ser modificado libremente) o Wikipedia (enciclopedia on line gratuita elaborada por los propios internautas). El ordenador portátil que se ha diseñado tiene un procesador de 500 megahercios, 1 giga de memoria, teclado, una pantalla de 12 pulgadas y se alimentará por corriente o baterías. Su escasa capacidad de almacenamiento se debe a la necesidad de abaratar costes y al hecho de que está concebido como un aparato de uso formativo y no de ocio. También se ha podido reducir el precio porque utilizará un sistema operativo Linux y herramientas de software libre, y su pantalla es de menor resolución que las TFT-LCD. En cuanto al hecho de ser portátil permitirá que recorra las escuelas y las casas, aumentando el número de usuarios. Los autores del proyecto tienen la intención de producir en una primera fase un millón de unidades con el objetivo de mejorar la educación primaria y secundaria y combatir la brecha digital. Ahora sólo falta saber si salen las cuentas, quién fabricará tal cantidad de aparatos y qué reacción tendrá la industria oficial, que nunca ha renunciado a vender productos informáticos a los países en desarrollo.