Diario de León

EL AULLIDO

¿Aparcamientos en el centro?

Publicado por
LUIS ARTIGUE
León

Creado:

Actualizado:

LA CIUDAD, artificial por naturaleza, no puede olvidar nunca que es un recipiente de vida. Por eso toda ciudad al diseñarse ha de respetar, preservar y mimar los enclaves especialmente energéticos que ésta tiene desde siempre; ésos repletos de árboles y niños que constituyen a la vez un pulmón y una pincelada natural en medio de ese océano de hormigón y de asfalto que es la ciudad, esta ciudad, toda ciudad. Los árboles son los niños de la ciudad. ¿?Qué pasa entonces para que nuestros políticos tomen decisiones que favorecen más a los constructores que al propio espacio urbano? Todo esto viene a cuento de la anunciada decisión del Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de León de cargarse los árboles de la Plaza de La Inmaculada y de la Plaza de Las Cortes para construir debajo dos aparcamientos subterráneos privatizados en el centro. Talan los árboles como Herodes taló los niños. Construyen aparcamientos donde ya hay aparcamientos -Avda Ordoño- semivacíos. Sin duda en el centro hacen más falta los espacios de naturaleza viva que los aparcamientos, pero eso les da igual a los políticos. La gente está protestando, los comerciantes, los vecinos. Se están recogiendo firmas contra este nuevo pegote de artificialidad que quieren ponernos en el centro como para tachar dos pulmones de la ciudad. No van a talar La Inmaculada pero sí los árboles oxigenantes de ese círculo de alegría y viento, de ese patio de todos, de ese ojo abierto al cielo que es la vegetal y nuestra Plaza de la Inmaculada. Tiene sitios energéticamente sagrados esta ciudad que no puede profanar impunemente ningún político con sus decretos, ni ningún arquitecto con sus tiralíneas. Sitios estratégicos, casi encrucijadas, que necesitan estar libres de los tentáculos de la especulación porque son espacios con algo de maceta y algo de patio de colegio, y le devuelven al abigarrado centro la pureza y la vida que le han ido restando los años grises, los tiralíneas y los decretos. Ahora viene la Señora Concejala a decirnos que necesitamos dos aparcamientos más en el centro, y los necesitamos tanto como que haya que pagar con sangre el aparcar en zona azul, o que nos pongan en León esculturas urbanas de Eduardo Arollo tan desmesuradamente caras que parecen aparcamientos. Como escribió Manuel Delgado «las ciudades hay que sentirlas». Cuando uno habita León emocionalmente nota que hay lugares como la Plaza de La Inmaculada que no tienen belleza pero sí encanto, y eso se lo da su naturaleza viva que crece al ritmo de la ciudad, su condición, su energía telúrica que emerge de la tierra y conecta a este lugar con el cielo; a esta ciudad con el cielo. La Plaza de la Inmaculada y La Plaza de Las Cortes, según parece, van a dejar de ser enclaves telúricos para convertirse simplemente en parte de todo lo demás. Hay mayoría municipal en el Ayuntamiento que piensa que hay que hacer por encima de todo aparcamientos subterráneos inútiles como pirámides de Egipto con lo cual esto se va a hacer piense lo que piense la gente porque lo único que importa es lo que piense el Faraón. Al menos las Pirámides eran bellas pero los aparcamientos¿ ¡Por favor! Así las cosas la construcción es lo primero, y probablemente las anunciadas obras faraónicas se realizarán contra viento y marea, o pese a quien pese, digan lo que digan y así punto y seguido. Por eso tal vez esta columna no sirva para nada, pero aún así esta uniendo otra voz más a la mucha gente libre y con voz propia que opina que nos hacen tanta falta esos dos parkings como que nos operen a corazón abierto con una cuchara. Esas dos plazas céntricas, mágicas, telúricas¿ ¡Un respeto, coño!

tracking